Autoconsumo energético

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El autoabastecimiento energético se refiere a la cobertura de las propias necesidades mediante recursos obtenidos directamente por y para el autoconsumidor (prosumidor) de los mismos.

De tal forma, intervienen dos diferentes variables que han de complementarse para sumar cero

Necesidades. Su cuantificación resulta subjetiva por cuanto es susceptible de graduación, desde las más básicas hasta las artificialmente creadas.
Recursos. De obtención factible para aplicación y/o almacenamiento.

Fuentes renovables

La naturaleza prové de potenciales orígenes energéticos, inagotables y cuya transformación resulta en principio inocua:

Agua: Como energía hidráulica que aprovecha la presión o aprovechando el movimiento del líquido elemento -mareomotriz- para su transformación en electricidad.
Aire: aprovechando la fuerza del viento -Eólica-, bien utilizando las características térmicas atmosféricas -aerotérmica-.
Tierra: El calor del suelo y subsuelo, que aumenta por término medio a razón de 1º centígrado por cada 33 mts. de profundidad, es empleado energéticamente de esta fuente Geotérmica.
Biomasa: Residuos de carácter vegetal alimentan dispositivos para generar calor por combustión.
Biocombustibles: La materia orgánica, mediante fermentación y/o descomposición, deviene energía aprovechable, normalmente por combustión.
Sol: Bien aprovechando las características del astro rey para irradiar temperatura -Térmica, termosolar-, bien para aprovechar directamente la luz convirtiéndola en electricidad - fotovoltaica-

En este capítulo de la guía nos centraremos en esta última mencionada, con origen solar, que también resulta probablemente ser la de mayor asequibilidad.

Fotovoltaica

Se obtiene la electricidad de forma directa de la radiación solar. Esto es, no específicamente del Sol, sino de la luz solar.

Las células solares generalmente son de silicio dopado, conformando un semiconductor que expuesto a radiación desprende fotones para desplazar electrones y generar un flujo, o corriente eléctrica.

Efecto fotovoltaico — Efecto fotoeléctrico. Creative Commons 3.0

Componentes de la instalación

Módulos

Albergan las células solares, que por su composición pueden ser monocristalinas, policristalinas o de silicio amorfo.

Su rendimiento para aprovechamiento de la radiación emitida oscila desde el 6% para las basadas en silicio amorfo hasta el 46% para las multiunión. El rendimiento medio de las más utilizadas comercialmente -monocristalinas o policristalinas- está entre el 16 y el 22% de rendimiento.

Inversores

Transforman la corriente contínua obtenida en los módulos en corriente alterna utilizables por los electrodomésticos y máquinas de uso en las redes eléctricas convencionales.

Baterías

Acumulan la energía excedentaria para su aplicación total o parcial en ausencia del recurso solar.

Las baterías para uso solar se configuran para soportar descargas profundas de gran duración, difiriendo en su configuración con respecto de las utilizadas para arrancar un coche, diseñada para llevar a cabo un pico de descarga de pocos segundos.