L@s cabecillas -Iberdrola, Endesa y Naturgy- enarbolando bandera de su libertad de mercado, y en complot con otros, fuerzan la continuación de su régimen de privilegios amenazando con paralizar inversiones renovables y cerrar nucleares.
Desde una flagrante posición de dominio, el célebre grupo de poder fáctico integrado por las 3 empresas energéticas que controlan el 81% del Mercado Eléctrico Español (Iberdrola el 32%, Endesa el 26% y el 13% de Naturgy, la antigua Gas Natural), insta a la subversión contra el Estado de Necesidad (ver también https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_de_necesidad ) recientemente adoptado por el Gobierno de la Nación por la grave situación de colapso energético. Ante ello, el grupo de presión jalea su abolición por considerar que el mal causado es superior al que se trata de evitar.
La temible banda, conocida como "El Oligopolio(*) Eléctrico", integra de forma vertical los elementos que constituyen la estructura del mercado energético del país, desde los recursos naturales y públicos cuyo dominio real ostentan -como la administración efectiva del agua almacenado en las presas hidroeléctricas-, la propiedad del 100% de las centrales nucleares y mayoría de Centrales de Ciclo Combinado, hasta activos humanos procedentes a la vez que influencers conectados con el mundo de la política, pasando por
sus dominios en las comercializadoras "de referencia" alternativas a sus también dominantes comercializadoras del mercado "libre".
Así, en estos días de imparables subidas en el precio de la electricidad, en que España ostenta el récord de precios en la UE -alcanzando hoy los 230 €/MWh-, ante los intentos del Gobierno de la Nación para evitar el daño a empresas y ciudadanos poniendo límite a la depredación del mercado, El Oligopolio ha reaccionado amenazando con el cierre unilateral de sus nucleares.
En otra vuelta de tuerca, coincidiendo con la gira del Partido aspirante al próximo gobierno y como apoyo a éste, su valedor y abogado en el Congreso de Diputados, el siniestro Oligopolio se erige ahora en defensor de las Energías Renovables, con victimismo que trata de asociar su propio daño a ese otrora enemigo sector Renovable por las recientes medidas antiespeculativas acordadas desde el Ejecutivo.
Este nuevo golpe lo asesta Iberdrola que lanza la advertencia de paralizar toda la inversión renovable, además de -junto con Endesa- romper el tablero de seguridad de precios pactado con grandes empresas, remitiéndoles una misiva con ultimátum que acepten subida en el precio contratado o bien declarará unilateralmente su independencia contractual. Toda una exhibición de su capacidad de desestabilización y hegemónico poder sobre la economía.
Y reclutados en este levantamiento, hacen prietas las filas un creciente número de asociaciones energéticas, fondos de inversión, bancos y bufetes en Europa, sugiriendo en los medios la capacidad de sus fornidos acólitos para bloquear incluso los fondos europeos de recuperación por el COVID para el país.
En todos los ajos: baterías, hidrógeno, vehículos eléctricos, nucleares, eólica, gas, fotovoltaica... sorbiendo a la vez que soplando la sopa.
(*) Oligopolio: del griego antiguo ?λ?γος (olígos)«pocos» y πωλε?ν (poleín) «vender»), es la concentración de la oferta de un sector industrial o comercial en un pequeño número de grandes empresas, que como resultado reducen la competencia, pudiendo trasladar precios más altos al mercado.
El magnate energético se queja de que el apoyo de Berlín al autoconsumo doméstico ha causado la pérdida de mercado de los gigantes E.ON y RWE, poniendo a España como ejemplo a seguir en políticas exitosas de aniquilación renovable.
La asociación pide a los consumidores que abandonen a las tres grandes compañías y a sus filiales de PVPC en respuesta a sus abusos tarifarios y su chantaje mediante la amenaza de cierre de las nucleares.
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF celebran este plan del gobierno, que supone un primer y necesario cambio del mercado eléctrico.
Para justificar el desaguisado culparon primero a las renovables porque se producía un exceso subvencionado, luego a la falta de viento y por tanto a la escasez de la eólica, después al mercado de derechos de emisión de CO2 y ahora al gas.
