Transición Ecológica apoya 29 proyectos de comunidades energéticas impulsados por cerca de 93.000 personas, pymes y entidades locales
Con un presupuesto de 30 millones de euros, estos proyectos movilizarán una inversión de 67 millones en un total de 470 actuaciones de despliegue de energías renovables, gestión de la demanda o movilidad sostenible.
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El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha presentado los resultados de la segunda convocatoria de ayudas para proyectos piloto de comunidades energéticas (programa CE IMPLEMENTA), dirigida a proyectos de tamaño mediano o grande cuya inversión supere el millón de euros. Se ha resuelto con un total de 29 proyectos beneficiarios, que contemplan más de 470 actuaciones en 12 comunidades autónomas y que movilizarán una inversión de 67 millones de euros, a partir de un presupuesto de 30 millones.
Implementa forma parte del primer programa de ayudas a nivel estatal específico para comunidades energéticas, con el objetivo de impulsar la innovación social y la participación ciudadana en energías renovables, eficiencia energética o movilidad eléctrica. En el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, diseñado por el Gobierno para movilizar los fondos Next Generation EU.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha presentado los resultados hoy en un acto organizado en la sede de la Delegación del Gobierno en Galicia. Allí ha puesto en valor el carácter participativo e integrador de las comunidades energéticas. Como muestra, los 29 proyectos beneficiarios involucran a más de 93.000 actores, siendo el 85% personas físicas socias y el restante 15%, pymes y entidades locales, lo que, según Aagesen, "demuestra el interés que existe entre la ciudadanía por convertirse en actor protagonista de la transición energética y la capacidad de las comunidades energéticas para articular esta movilización".
Fuerte arraigo territorial
Asimismo, el 41% de los proyectos seleccionados se desarrollan en municipios de reto demográfico, lo que contribuye a alcanzar los objetivos de cohesión territorial y lucha contra la despoblación, prioritarios en la política energética de España. Tal y como ha destacado, Joan Groizard, director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo adscrito al MITECO y responsable de esta convocatoria de ayudas, "la mayoría de los proyectos tienen un fuerte arraigo con el territorio, el 59% de los casos tiene a sus socios en un radio máximo de 25 km de la comunidad energética. De esta forma, los beneficios medioambientales, económicos y sociales se revierten de manera directa en el entorno".
El 3% de las iniciativas seleccionadas busca abordar la pobreza energética a través de la inclusión de consumidores vulnerables entre sus socios y más de la mitad (55%) presenta planes de igualdad de género como parte de su gobernanza, con el fin de lograr una representación equilibrada entre mujeres y hombres.
Las propuestas han respondido a las demandas de la convocatoria, que buscaba proyectos en cinco tipologías de actuación y priorizaba aquellos que combinasen varías. En este sentido, el 24% de ellos son multicomponente, con actuaciones que incluyen al menos dos tipos de tecnología, lo que contribuye a adoptar soluciones en sectores más difíciles de descarbonizar.
La mayoría de las propuestas, para autoconsumo
La mayor parte, hasta 372, están relacionadas con el despliegue de renovables eléctricas para autoconsumo y presente en las 12 comunidades autónomas. También se han presentado iniciativas vinculadas a las energías renovables térmicas -como seis instalaciones en Cataluña, Aragón, Castilla y León y Galicia-, y de eficiencia energética con una actuación en Cataluña.
En materia de movilidad, destacan 79 actuaciones de 13 proyectos, que permitirán la puesta en marcha de 134 puntos de recarga. Por último, y en cuanto a la gestión de la demanda, se han seleccionado 12 actuaciones en este ámbito.
En cuanto a su distribución territorial, destaca la capilaridad de la convocatoria, ya que se contabilizan actuaciones en doce comunidades autónomas. La mayor parte se sitúa en País Vasco, seguido de Cataluña y Comunitat Valenciana.
Impulso a las comunidades energéticas
Esta convocatoria forma parte del paquete de ayudas a las comunidades energéticas, dotado con 100 millones e integrado en el componente 7 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, bajo el nombre "Despliegue e integración de energías renovables". Se articula a través de tres programas: CE Aprende, CE Planifica y CE Implementa, para incentivar a las comunidades energéticas en la fase de creación, desarrollo e implementación.
El IDAE ya resolvió la primera convocatoria del programa Implementa, con un presupuesto de 10 millones y dirigida a proyectos de pequeño tamaño cuya inversión no supere el millón de euros. Se seleccionaron 45 proyectos, con más de 230 actuaciones en 14 comunidades autónomas, e involucrando a 2.600 actores y sumando una inversión total de 14,7 millones.
En este momento, y tal y como ha destacado Aagesen, se encuentra abierta la convocatoria de apoyo a proyectos singulares de Oficinas de Transformación Comunitaria (OTCs) para la promoción y dinamización de comunidades energéticas (Programa CE OFICINAS). Hasta el 23 de enero y con 20 millones de presupuesto, tiene como objetivo facilitar la puesta en marcha de oficinas de nueva creación o la adecuación de ya existentes con el objetivo de difundir, acompañar y asesorar en la creación de comunidades energéticas.
Además, el próximo 19 de diciembre se abre la ventanilla para las convocatorias CE IMPLEMENTA 3 y 4 que, con 10 y 30 millones respectivamente, seguirán subvencionando proyectos pequeños, medianos y grandes de comunidades energéticas, ante el éxito registrado en las primeras dos convocatorias. Ambas líneas permanecerán abiertas hasta el 13 de febrero.
Participación de la ciudadanía
Las comunidades energéticas permiten la participación de la ciudadanía en el sistema energético y mejoran la gestión de la energía mediante una gobernanza basada en la participación abierta y voluntaria de sus miembros. Las personas que forman parte de ellas son productoras y consumidoras de su propia energía limpia, lo que redunda en una mayor democratización del sistema energético y un importante ahorro para el consumidor final.
Su impacto va más allá del sector energético, pues ayudan en la lucha contra el cambio climático y la pobreza energética, y promueven mejoras sociales en la comunidad. Resultan una figura especialmente interesante para los municipios de reto demográfico, ya que, al estar cercanas al territorio, conocen sus puntos sensibles y las ventajas que pueden ofrecer, al tiempo que ayudan a dinamizar la actividad local, generar empleo y fijar población.