América Latina por sus características geográficas goza de un potencial en energía solar fotovoltaica que augura un futuro esperanzador y sostenible para sus países.
Para combatir las energías fósiles y sus consecuencias, es cierto que se necesita un cambio en el modelo energético a nivel mundial, pero este cambio es difícil que sea inminente, por lo que hasta que poco a poco se dé el cambio, es importante promover y apoyar las energías renovables y fomentar un consumo responsable y sostenible.
Dentro de las energías renovables, la energía solar fotovoltaica es a la que se le otorga mas potencial a nivel mundial, entorno a 60 TW, siendo muy superior a otras energías alternativas como: la biomasa, la hidráulica, la geotermia o la eólica.
De hecho, la energía que recibe la Tierra del Sol en 10 días equivale a todas las reservas que a día de hoy se conocen de los combustibles fósiles. Este es un dato más significativo, y toma más importancia cuando además se sabe que el 70% de la población vive en la franja solar del planeta. Por eso, no es difícil pensar y tener esperanzas que en un futuro no tan lejano, la población mundial pueda llegar a satisfacer su demanda eléctrica mediante este tipo de energía que no tiene límites.
Hay muchos países en América Latina que pueden ser ejemplo de ello, ya que actualmente basan la satisfacción de su demanda eléctrica en energías fósiles cuando gracias a su localización y geografía tienen un gran potencial para poder abastecer esa demanda energética con energía solar fotovoltaica localizada en una adecuada extensión.
Siendo de forma general el grado de demanda por sectores: en primer lugar, en industria; en segundo lugar, en el hogar; y en tercer y último lugar, en servicios o actividades agrícolas, se pueden hacer programas específicos para aprovechar todo el potencial que tiene la energía solar fotovoltaica para cada sector.
El modo que más éxito podría tener son las celdas solares, que tienen la ventaja de no requerir mantenimiento, porque al ser la mayoría de sus partes fijas no tienen desgaste por operación. Además, respeta el medio ambiente al no generar residuos ni ruido. Por otra parte, tienen una larga duración, la cual, sus fabricantes, determinan en unos 20 años con óptimo rendimiento. Aunque, como todo, también tiene sus desventajas, como: la necesidad de amplias extensiones para poder generar unas cantidades que resulten interesantes.
De momento, la fotovoltaica está ayudando a resolver muchos de los problemas que tienen en el medio rural, sobre todo, en cuanto a conectar a la red proyectos aislados con lo que ahora pueden satisfacer necesidades especificas en los hogares, actividades agrícolas…Y cada vez tiene menos obstáculos su expansión gracias al desarrollo tecnológico.
De cara al futuro, se espera un desarrollo mayor del que ha habido hasta ahora, por el incipiente apoyo a este tipo de energías por parte del Gobierno, por no tener impacto ambiental y carecer de emisiones de efecto invernadero.
Ninguna noticia del CIADI, ignorancia absoluta de la nueva Ministra Sara Aagesen por la misiva pidiéndole justicia para afectad@s por la Retrovoltaica.
La CRE francesa, homóloga de la CNMC, estima antieconómica la inversión total en el proyecto, de 1.463.750.000 euros,