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En un contexto de elevada competitividad entre las empresas, la energía juega un papel fundamental a la hora de suministrar los servicios y la calidad que un comercio ofrece a sus clientes.
Es por ello que los objetivos de control de la demanda y el ahorro de energía se convierten en imperativos que debe asumir el sector del comercio, donde existe todavía un potencial importante para la mejora de la eficiencia energética.
Los empresarios del sector del pequeño comercio tienen como claro objetivo reducir los consumos energéticos, mejorando su eficiencia y reduciéndo sus costes energéticos y minimizando también el impacto medioambiental asociado a este consumo energético.
Para ver las vías de lograr ahorros, es importante que analicemos antes las fuentes de energía utilizadas y los usos finales, estableciendo los niveles medios de consumo del sector y las curvas de consumo en algunos locales comerciales representativos.
Tras esta primera fase, por profesional especializado en la materia se han de analizar las medidas de mejora de la eficiencia energética más interesantes, tanto desde el punto de vista técnico y energético, como desde el punto de vista económico, a la hora de llevar a cabo la reducción de consumos y costes energéticos en los locales comerciales.
Se ha de evaluar el ahorro que se puede alcanzar con las diferentes mejoras planteadas, con el fin de ayudar a empresario en la toma de decisiones a la hora de realizar inversiones en la mejora de la eficiencia energética.
Aunque la media del sector se sitúe en torno a los 250 kWh/m2, el consumo específico del pequeño comercio es muy variable, pudiéndose establecer un rango de consumos de 100 a 600 kWh/m2
En general, son los locales del subsector de la alimentación son los que presentan una mayor intensidad en el consumo energético en cuanto a consumo energético por metro cuadrado.
En general, la gran mayoría de pequeños comercios consumen únicamente electricidad, a excepción de los hornos-panaderías, que pueden utilizar algún tipo de combustible para el funcionamiento de los hornos. También hay algún comercio que consume gasóleo o gas natural para la calefacción del local, aunque esta no es la práctica habitual y normalmente la calefacción se realiza mayoritariamente mediante bombas de calor.
El mayor coste que padecen los centros comerciales es el de la demanda de energía eléctrica, por representar la práctica totalidad del consumo de energía del sector.
El pequeño comercio consume generalmente electricidad para iluminación, aire acondicionado, calefacción mediante bomba de calor, en los equipos de frío en los comercios de alimentación, y en pequeños equipos de utilización en algunos de los subsectores.
Debido a que generalmente los comercios disponen de un único contador para la energía eléctrica, y a que hay una gran variedad de la distribución de la demanda debida a la variedad del sector, resulta difícil desglosar el consumo del sector del pequeño comercio atendiendo a la utilización final de la energía.
El uso de la energía solar fotovoltaica con sistemas de autoconsumo resulta ideal para abaratar el coste de la energía eléctrica ya que la curva de demanda coincide con la curva de generación.
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La compañia RWE, ganadora del laudo por el recorte expropiatorio de las renovables , exigirá la traba de bienes del Reino en USA para cobrar sus 28 Millones de Euros.
A pesar del aumento de la ambición, los PNEC no logran conectar efectivamente los puntos con lo que ahora importa para hacer realidad la transición energética: despliegue de la red, modernización y flexibilidad.
