Las pérdidas (técnicas y no técnicas) de todas las empresas distribuidoras del sistema nacional rondan los 20.000 GWh anuales.
Estas pérdidas están valoradas a 52,96 €/MWh (precio final anual de demanda agregada sin garantía de potencia/pagos capacidad, publicado por la CNMC para el año 2015) suponen 1.059 M€ anuales.
De acuerdo con lo anterior, una reducción de tan solo el 1% de las pérdidas supondría un ahorro anual de 10 M€ para el conjunto del sistema.
La figura siguiente representa un resumen de algunas de las posibles medidas de eficiencia energética a aplicar en las redes de transporte y distribución para lograr dicha reducción, desde aquellas relacionadas con medidas
“tradicionales” de sustitución de componentes hasta las relacionadas con la gestión de la red.
A lo largo del informe se analiza el potencial de cada una de dichas medidas, en base a las aportaciones recibidas de las empresas, así como el coste asociado a las mismas. Dado que las medidas a aplicar afectan a diversos factores, el potencial de cada una de ellas debe ser evaluado en el contexto del mapa de pérdidas de la red de cada uno de los agentes. Así mismo, cabe señalar que en el caso de las medidas destinadas a reducir las pérdidas variables juega un papel fundamental el punto donde se aplica la medida. Ello se debe a que las medidas afectan a las pérdidas correspondientes al nivel de tensión donde son aplicadas y a los niveles situados por encima, lo que hace que las medidas que se aplican en la red de BT sean las más eficientes.
La compañia RWE, ganadora del laudo por el recorte expropiatorio de las renovables , exigirá la traba de bienes del Reino en USA para cobrar sus 28 Millones de Euros.
A pesar del aumento de la ambición, los PNEC no logran conectar efectivamente los puntos con lo que ahora importa para hacer realidad la transición energética: despliegue de la red, modernización y flexibilidad.