El triunfo electoral progresista impulsa la cotización bursátil de las renovables.

Una vez terminada la oscilación del impasse electoral, en la balanza de los riesgos parece haber pesado más la percepción de un espaldarazo hacia el modelo energético que representan las renovables frente a los esquemas de una economía carbonizada acostumbrada a dominar por sobre los consumidores.

Resulta llamativo el comportamiento de las compañías representantes del modelo pronuclear y fósil causantes de un planeta contaminado y desigualitario, a pesar de que se vienen esforzando en crear nuevas divisiones verdes y contratar campañas de márketing para aparecer en los primeros lugares de los términos de búsqueda "renovables". El mercado interpreta como perjuicio a  privados intereses el apoyo del electo gobierno hacia la transición energética.

Así, Iberdrola se dejó un 1,4%, Endesa perdió el 0,8 % y Red Eléctica Española cedió un 0,3%, perdiendo en esa proporción sus respectivos valores de capitalización bursátil tras el triunfo del Partido Socialista.

La probabilidad de que el nuevo gobierno apoye modelos fiscales redistributivos con avance en medidas sociales, no parecen resultar del agrado del perfil inversor en las compañías oligopólicas.

En un plano totalmente opuesto, han sido las compañías representativas de valores renovables las que han recibido el favor inversor tras el resultado de los comicios, revalorizándose espectacularmente; y de forma especial Audax Renovables ( ¡ + 20% ! ) y Solaria (+ 9,4%).

Ha pesado hacia los valores renovables de forma positiva la apuesta cimentada por la Ley de Cambio Climático y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), con que se prevén motores de inversión (200.000 millones hasta 2030) y de empleo (unos 300.000) directamente vinculados a la eficiencia energética y a las energías renovables.

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