El sector del almacenamiento y logística del frío europeo presenta un plan para un suministro sostenible y resiliente, ante las elecciones al Parlamento

Existen grandes oportunidades para que la generación de energía (solar, eólica, digestión anaeróbica, hidroeléctrica) y el almacenamiento se ubiquen junto con la infraestructura de la cadena de frío.

La asociación europea de almacenamiento en Frio y logística presento ayer en Bruselas un informe dirigido a los europarlamentarios ante las próximas elecciones, en el que ponen de manifiesto que es un sector estratégico para la distribución y conservación de los alimentos y medicamentos y, en consecuencia, piden ser consultados ante medidas que directamente le afectan como el uso de gases fluorados (descarbonización): seguridad alimentaria y salud; normas medioambientales, entre otras y también demandan un coste asequible para la energía. La asociación española ALDEFE pertenece a esta asociación.

El informe señala que la cadena del frio es vital para el sector alimentario que aporta  800.000 millones de euros a la economía europea. Almacena y transporta anualmente 42 millones de toneladas de carne; 160 millones de toneladas de leche (queso, mantequilla y otros productos derivados); 4,6 millones de toneladas de productos pesqueros. Las exportaciones totales de alimentos dentro y fuera de la UE suponen 513 millones de euros; las importaciones fuera de la UE se calculan en 110. 000 millones.

“Hacemos un llamamiento a todos los candidatos que se presentan a las elecciones al Parlamento Europeo, al equipo entrante de la Comisión Europea y a los representantes nacionales que se reúnen en el Consejo Europeo para que reconozcan la importancia y el papel positivo que desempeñan las empresas de la cadena de frío en la economía y la sociedad europeas y se comprometan a trabajar con nosotros para garantizar resultados positivos para el futuro de nuestras cadenas de suministro vitales”.

En el sector alimentario, la cadena de frío es la primera defensa contra el desperdicio de alimentos postcosecha, ya que garantiza que la mayor parte de los alimentos producidos lleguen a los consumidores. De este modo, se maximiza la oportunidad de reducir el desperdicio de alimentos y se reduce la carga sobre la producción agrícola y el uso de la tierra para alimentar a la creciente población europea.

En la UE, se generan casi 29 millones de toneladas de desperdicio de alimentos al año y, al mismo tiempo, más de 32 millones de personas no pueden permitirse una comida de calidad cada dos días. Los operadores de la cadena de frío han desempeñado un papel vital en el desarrollo de sistemas e iniciativas de redistribución de alimentos en toda Europa. Ayudar a garantizar que los alimentos en riesgo de desperdicio en una parte de la cadena estén disponibles para su uso es una oportunidad y una obligación importantes de todas las partes interesadas en la cadena de suministro.

El éxito de la cadena de frío en Europa contrasta con el daño continuo que se observa en partes significativas del Sur Global, donde entre el 30 y el 70% de los alimentos nunca llegan a los consumidores, casi en su totalidad debido a la falta de una cadena de frío sólida.

Requerimiento y propuestas a los políticos:

Para que la cadena del frio permita un sistema alimentario resiliente y sostenible las empresas deben ser consultadas cuando se prevean cambios en las políticas europeas; deben recibir apoyo e incentivos para estimular la inversión y los plazos de implementación de las medidas deben ser realistas.

La cadena de frío prosperará en un sistema energético europeo descarbonizado:

La cadena de frío permite el comercio y el crecimiento económico europeos: