La energía solar está creciendo mucho más rápido de lo que nadie hubiera esperado, ya que la expansión del mercado sigue sorprendiendo a todos los analistas de energía.
Dado que el mercado solar mundial va camino de superar los 500 GW de nueva capacidad instalada en 2024 y se prevé que supere el nivel de TW antes de 2030, los efectos de esta fuerte aceleración también son visibles en la Unión Europea. Habiendo alcanzado un parque solar operativo de 269 GW en 2023, se prevé que la UE controle casi 900 GW de capacidad solar para finales de la década, superando los objetivos solares nacionales y de la UE.
Mientras tanto, las tendencias actuales en el sistema eléctrico de la UE, junto con los objetivos de política climática y energética hacia 2030 y 2040, indican que las fuentes variables de energía renovable, como la solar fotovoltaica y la eólica, proporcionarán la mayor parte del suministro de electricidad de la UE en las próximas décadas. El plan REPowerEU, y más recientemente el escenario de evaluación de impacto 2040 de la Comisión de la UE, describen vías y objetivos para un gran aumento en la generación variable de energía renovable.
Sin embargo, una integración profunda de las energías renovables variables, en particular la energía solar, en el sistema eléctrico no está exenta de desafíos. Ya hoy, algunos Estados miembros con niveles comparativamente altos de penetración de la energía solar fotovoltaica están empezando a enfrentar problemas relacionados con la integración fluida de la generación renovable variable en sus combinaciones energéticas. Estas cuestiones incluyen tanto desafíos de naturaleza técnica (integración de proyectos solares en la red, creciente nivel de restricción) como de naturaleza financiera (estructura del mercado, atractivo de la inversión y remuneración de los productores de energías renovables).
Este estudio explora la interacción entre el despliegue de capacidad fotovoltaica y el despliegue y operación de soluciones de flexibilidad en el sistema eléctrico de la UE, mirando a los horizontes temporales 2030 y 2040. Al modelar simulaciones de inversión y operaciones horarias del sistema eléctrico de la UE durante un año completo, analiza tres escenarios con niveles crecientes de energía solar fotovoltaica y soluciones de flexibilidad, a saber, capacidades flexibles y demanda flexible de la electrificación.
Los resultados del estudio resaltan el papel fundamental de las soluciones de flexibilidad en un sistema energético caracterizado por una fuerte penetración de la generación renovable variable. Aprovechar el potencial de flexibilidad no sólo permite el despliegue de más energía solar como clave para cumplir los objetivos climáticos y la seguridad, sino que también permite hacer un mejor uso de la electricidad abundante, limpia y barata.
Un sistema de energía solar, flexible y electrificado provocará una caída de los precios diarios de la energía del 25 % para 2030. Para 2040, los precios diarios caerán un 33 %.
Liberar soluciones de flexibilidad reduce las emisiones totales de GEI. Las emisiones de carbono vinculadas a la demanda adicional de energía derivada de la electrificación se ven contrarrestadas en gran medida por el ahorro de emisiones intersectorial procedente de la reducción de alternativas intensivas en carbono. El ahorro neto anual de emisiones de GEI asciende a 151 MtCO²sq en 2030 y 555 MtCO²sq en 2040.
Liberar soluciones de flexibilidad permite un mayor despliegue fotovoltaico, lo que dará como resultado electricidad solar adicional en la combinación energética de la UE. La capacidad solar superará los 1,2 TW en 2030 y los 2,4 TW en 2040, lo que cubrirá el 32 % y el 39 % de la demanda eléctrica de la UE, respectivamente.
Liberar soluciones de flexibilidad refuerza el caso de negocio fotovoltaico. En 2040, las tasas de reducción de energía solar se reducirán en un 49 % y los precios de captura solar aumentarán en un 63 % en comparación con el valor de referencia.
Liberar soluciones de flexibilidad reduce los costos totales del sistema energético, gracias a los enormes ahorros de costos derivados de la electrificación del sector del calor, el transporte y el hidrógeno. El ahorro neto anual de costes del sistema ascenderá a 30 000 millones de euros en 2030 y 160 000 millones de euros en 2040.
Este informe de Mission Solar 2040 concluye que construir un sistema de energía limpia basado en energías renovables, flexibilidad y electrificación es la mejor manera de llevar los beneficios de la transición energética a las empresas y los ciudadanos de Europa y asegurar la competitividad y la prosperidad generales de Europa.
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