Nicaragua despunta como uno de los países más dinámicos de Centro América y América Latina en la introducción de energías limpias en su mix energético.
Las políticas estatales, las condiciones de financiación, apoyadas por organismos internacionales y la cooperación al desarrollo han permitido reducir de forma notable, la dependencia nicaragüense del petróleo para generar electricidad.
Nicaragua tiene 1,1 GW instalados, de los que la proporción de renovables en el mix energético ha crecido en un periodo de años del 2005 al 2008 de un 10 al 41%.
La proporción de renovables es de un 30%, de los cuales se reparte entre un 11% en biomasa, 8% en geotérmica, un 6% en eólica y un 5% en minicentrales, pero aún así, el país aún depende en gran parte de combustibles fósiles, más contaminantes y caros.
El objetivo del Gobierno Nicaragüense es desplazar cerca de 700MW de capacidad procedente del petróleo y del diesel a energía renovable, apoyándose en el marco regulatorio para el sector energético en cual entró en periodo de vigencia desde el año 2005.
Algunos de los incentivos son por ejemplo la obligación a los distribuidores de electricidad a licitar contratos de compra de energía limpia durante al menos diez años. También existen ya algunos incentivos fiscales, como la exención de aranceles de importación, imposición directa, impuestos sobre beneficios etc. La reforma del sector energético de Nicaragua ha tenido bastante éxito en el establecimiento de un próspero mercado energético mayorista y en crear oportunidades para que el sector privado pueda generar y distribuir energía.
Nicaragua tiene un sector eléctrico liberalizado, en generación y distribución. La compañía estatal Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL) controla la transmisión.
El Instituto Nicaragüense de Energía (INE), también ente regulador del mercado de energía, trata de promover medidas que ayuden a los generadores de energía renovable a poder vender la producción en el mercado al contado.
Una de las mayores atracciones para los inversores de energías renovables en Nicaragua es el alto precio de la electricidad que permiten el desarrollo de una nueva generación de fuentes energéticas más baratas y limpias, las cuales pueden tener a medio y largo plazo un impacto positivo sobre los ciudadanos y el medioambiente.
Otro de los atractivos se asienta en que Nicaragua es el país de América Latina que presenta mayores tasas de crecimiento en inversiones en energías limpias y créditos a proyectos de bajas emisiones en carbono, si se compara con el tamaño total de la economía del país.
Además de los fondos recibidos de entidades internacionales en el apoyo de energía limpia, Nicaragua cuenta con un mercado de microfinanzas verdes de los más sólidos en Latinoamérica, donde un total de 10 organizaciones proporcionan algún tipo de producto financiero verde. Las tasas de interés de los micropréstamos verdes del país van de 1,5% a 28%, dependiendo de la institución y del producto. La mayoría de los prestatarios está constituida por personas de bajos ingresos residentes en el medio rural o por micro, pequeñas y medianas empresas (MPYME) también del ámbito rural.
Del año 2006 al año 2011 el país atrajo 1.130 millones de dólares aproximadamente de inversión en energías limpias.
Las instituciones financieras de desarrollo y agencias, han jugado también un papel clave en el sector. Se destacan tres agencias: El Banco Centroamericano de Integración económica, el Baco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Multilateral de inversiones.
Este gran salto hacia la generación de energía renovable, además de contribuir a la independencia energética del país y a un futuro sostenible bajo en emisiones, también supone un ahorro de más de 200 millones de dólares al año.
Cabe en esperar que en un país de más de seis millones de habitantes, donde la pobreza alcanza a más de un cuarto de la población, el ahorro en la compra de combustibles puede ser empleado como recurso para favorecer la inversión en proyectos sociales, crear empleo y dinamizar economías de desarrollo local.
Nicaragua con la financiación del Gobierno de Japón ha construido la mayor planta fotovoltaica de Centroamérica con la que se espera dar electricidad a unos 1100 hogares.
Los proyectos renovables que a día de hoy se están desarrollando en Nicaragua representarán una generación promedio anual de energía renovable de más del 50 por ciento.