El Estudio presentado por APPA y Deloitte evalúa la influencia de las energías renovables en la economía española en términos económicos, sociales y de aseguramiento energético, con datos actualizados hasta 2009.
El Informe del Impacto Macroeconómico de las Energías renovables en España revela que:
- La contribución al PIB nacional de las energías renovables alcanzó en 2009 el 0,81% (8.525 millones de euros)
- El sector creció un 28% en 2009 y cuenta con más de 29.000 millones de euros en activos en el extranjero
- Las energías renovables han supuesto un ahorro en el mercado eléctrico superior a los 4.830 millones de euros
- Las primas a las renovables alcanzaron los 4.600 millones de euros mientras que las importaciones evitadas superaron los 2.130 millones y las emisiones evitadas tuvieron un importe de 374 millones de euros
- Se demuestra que las primas a las renovables no guardan relación con la evolución del déficit de tarifa
- En 2020 será más barato generar electricidad con energía renovable que con centrales de gas de ciclo combinado
El sector de las energías renovables debe ser uno de los pilares sobre el que asentar el cambio de modelo productivo de nuestro país, tal y como se desprende de los datos arrojados por el “Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España en 2009”, elaborado por la consultora Deloitte para la Asociación de Productores de Energías Renovables–APPA. El estudio ha sido presentado por José María González Vélez, presidente de APPA, y por Jesús Navarro y Enrique Doheijo, de Deloitte, a más de trescientos representantes de los diferentes sectores de la economía española.
Crecimiento y contribución al PIB
El año 2009 estuvo caracterizado por el impacto de la crisis económica a nivel mundial. Este hecho condicionó la evolución económica de España que, durante ese año, retrocedió un 3,6%, experimentando un crecimiento negativo. El sector energético nacional sufrió también una contracción. Las energías renovables, en cambio, crecieron un 28,1% durante 2009, siendo uno de los pocos sectores que tuvieron un crecimiento positivo. Esta evolución confirma la tendencia creciente de las energías renovables que han experimentado un fuerte desarrollo no sólo a nivel nacional sino también en el resto del mundo.
La contribución de las energías renovables al PIB nacional ascendió a 8.525 millones de euros, que se desglosan en 6.170 millones de contribución directa y 2.355 millones de contribución indirecta, producidos por “efecto arrastre” en otras áreas de actividad como producción de maquinaria, industria química o fabricación de material eléctrico. Si bien la contribución de las distintas tecnologías es heterogénea, el conjunto de las energías renovables realiza una aportación al PIB nacional sensiblemente superior a sectores más tradicionales como la pesca, el maderero o la elaboración de calzado.
La incertidumbre regulatoria acaba con 20.000 empleos
A pesar del crecimiento experimentado durante el año 2009, se destruyeron más de 20.000 empleos en el sector de las energías renovables, volviendo a los niveles de empleo de 2007. La tecnología que más sufrió a nivel laboral (más de 15.000 empleos) fue la solar fotovoltaica debido a la paralización en la que fue sumida tras el Real Decreto 1578/2008. La grave incertidumbre regulatoria a la que se enfrenta el sector – cinco Reales Decretos en tan solo cuatro años – ha dificultado, más si cabe, las opciones de financiación de los nuevos proyectos.
A pesar del descenso experimentado durante 2009, el Estudio señala la gran capacidad del sector para la generación de empleo: las energías renovables generan el triple de puestos de trabajo, por unidad de PIB, que la media del sector energético.
Presencia en el extranjero y exportaciones
El sector de las energías renovables posee una fuerte presencia internacional debido al alto grado de competitividad de las empresas nacionales y al fuerte desarrollo de las energías limpias a nivel mundial. Al menos 118 empresas españolas cuentan con presencia destacada en el extranjero. Los activos nacionales en otros mercados superan los 29.000 millones de euros. Las empresas españolas ocupan posiciones de liderazgo a nivel mundial. Incluso en países como Estados Unidos o el Reino Unido, nuestras compañías se sitúan entre los principales promotores de energías renovables.
A lo largo de 2009 se exportaron productos y servicios por valor de más de 3.024 millones de euros, superando en 721 millones a las importaciones realizadas. Si a estos datos se añaden las importaciones de combustibles fósiles evitadas se observa que las energías renovables contribuyen a mejorar sustancialmente la balanza de pagos española.
¿Son caras las renovables?: primas, importaciones energéticas, emisiones y ahorro en el mercado eléctrico
El Estudio elaborado por Deloitte arroja algo de luz al viejo debate sobre el coste de las energías renovables para nuestra economía. A lo largo del estudio se desglosan los costes que suponen las energías renovables en forma de primas a la producción y los ahorros, tanto en forma de importaciones energéticas evitadas y CO2 no emitido, como en el ahorro que las energías limpias introducen en el mercado eléctrico diario.
Las primas que reciben las energías renovables – que constituyen una compensación por las externalidades en las que incurren otras tecnologías y que no se repercuten en sus costes – alcanzaron los 4.604 millones de euros. Las importaciones de combustible evitadas gracias a las energías renovables superaron los 2.137 millones de euros y el ahorro en emisiones evitadas superó los 374 millones de euros.
Las energías renovables entran a precio cero en el mercado eléctrico, desplazando a tecnologías de generación de coste marginal mayor y abaratando, de esta manera, el precio final de la electricidad. Sólo durante el año 2009, el ahorro que se produjo en el mercado eléctrico debido a este hecho superó los 4.835 millones de euros.
Energías renovables y déficit de tarifa
El Estudio aborda también uno de los principales males de nuestro sistema eléctrico, el déficit de tarifa. Habitualmente se suelen mencionar las primas que reciben las energías renovables como el causante de este desajuste entre los ingresos del sistema y los costes reales del mismo. En el siguiente gráfico se recoge la evolución del déficit de tarifa y las primas recibidas por las energías renovables.
Como puede observarse no existe relación entre la evolución del déficit de tarifa y las primas recibidas por las energías renovables o la penetración de las energías limpias en el sistema eléctrico nacional. El estudio demuestra también que los servicios de ajuste y los pagos por capacidad – lo que se paga a las tecnologías consideradas de respaldo - han pasado del 19% al 11% en el período 2004-2009 a pesar de que la producción eléctrica renovable se ha más que duplicado en este tiempo.
Las primas recibidas por las energías renovables constituyen un coste más del sistema eléctrico, como tantos otros, pero los ahorros (importaciones, emisiones, mercado eléctrico,…) de estas tecnologías superan con creces el importe de las primas.
Emisiones y Salud
Las emisiones evitadas por las energías renovables alcanzaron los 374 millones de euros, como ya se ha visto. Sin embargo este coste, elaborado según el CO2 no emitido a la atmósfera, no es el único impacto positivo que las energías renovables tienen en la reducción de emisiones.
A diferencia del CO2, que no es un gas nocivo para la salud, las tecnologías fósiles generan emisiones de SO2 y NOx, gases que sí representan un peligro para la salud humana. Durante el año 2009, las energías renovables evitaron la pérdida de 982.000 días de vida (2.692 años), lo que supuso un ahorro en asistencia sanitaria por valor de 148 millones de euros.
Objetivos incumplidos
El Plan de Energías Renovables (PER) 2005-2010 establecía unos objetivos concretos de penetración de energías limpias en nuestro sistema energético. A 31 de diciembre de 2009 estos objetivos se encontraban muy lejos de alcanzarse.
El consumo de energía primaria se situó en 2009 en el 9,4%, cuando el objetivo marcado para finales de 2010 es del 12,1%. La generación eléctrica con energías renovables tenía un objetivo del 30,3% pero en 2009 sólo se alcanzó el 25,1%. Estos datos corroboran lo que la Asociación de Productores de Energías Renovables ha denunciado en los últimos años: se incumplirán los objetivos marcados por el PER 2005-2010.
El único objetivo superado, y con creces, es el de emisiones de CO2 evitadas, lo que demuestra la gran capacidad de las tecnologías renovables para contribuir a alcanzar los fuertes compromisos medioambientales, compromisos cuyo incumplimiento en forma de emisiones debe compensar nuestro país todos los años económicamente. El objetivo marcado para el consumo de biocarburantes se encuentra también sustancialmente por debajo de lo reflejado en el PER.
La meta: 2020
Los objetivos vinculantes marcados por la Directiva europea 2009/28/CE establecen la nueva meta hacia la que debe dirigirse el sector. La hoja de ruta que marcará la forma en la que se llegue al objetivo de 2020 (20% de energías renovables en el consumo de energía final bruta) es el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables (PANER). En este documento, elaborado por el Gobierno y enviado a la Comisión Europea el pasado mes de junio, se esbozan los objetivos por cada una de las tecnologías renovables.
Es importante resaltar que, en el año 2020, el coste de generación de las energías renovables será inferior al coste de generación con centrales de gas (de ciclo combinado), costes calculados según el escenario de precios de la Agencia Internacional de la Energía. Mientras en 2020 el coste de generación con renovables será de 106,99 €/MWh, el coste de generación con centrales de gas será de 108,43 €/MWh. Cabe señalar que el escenario planteado por la Agencia Internacional de la Energía para 2020 está muy alejado de los máximos históricos de los combustibles fósiles que se alcanzaron en 2008 (con los precios de entonces el coste de generación con gas se situaría por encima de los 150 €/MWh).
Desde la Asociación de Productores de Energías Renovables se apuesta por el cumplimiento de las metas vinculantes recogidas en la Directiva 2009/28/CE, que deberá ser traspuesta a la legislación nacional durante el presente año 2010. Los objetivos fijados para 2020 son ambiciosos pero asumibles. Sin embargo, para contar con posibilidades reales de alcanzarlos, el sector debe contar con una regulación estable y a largo plazo que permita abordar las importantes inversiones que deben efectuarse.
El cumplimiento de los objetivos permitirá a nuestro país reducir su dependencia energética de las importaciones (equilibrando nuestra balanza de pagos), cumplir sus compromisos medioambientales, afianzar una industria nacional pujante y generar una importante cantidad de empleos.
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