La publicación responde a la convicción de que un mejor conocimiento de los impactos y riesgos derivados del cambio climático es básico para orientar adecuadamente las políticas públicas dirigidas a prevenir los impactos y facilitar la recuperación
En los últimos escenarios de cambio climático elaborados para España por AEMET se proyectan aumentos en la escala anual de las temperaturas máximas de entre 2°C y 6,4 °C, más acusados en verano, y con incrementos mayores en el interior y menores en el norte y noroeste peninsular. Una tendencia similar se espera para las temperaturas mínimas, aunque menos acusada que para las
máximas, y una disminución del número anual de días de helada. Con un incremento de los días cálidos y de las olas de calor más largas.
Las precipitaciones también tenderán a reducirse en las últimas décadas del siglo. Todo ello, podría ir acompañado por cambios en la velocidad del viento generalizados y el incremento de los fenómenos extremos.
Las evidencias de los impactos del cambio climático y la identificación de potenciales riesgos se pueden encontrar en todos los sectores considerados.
En cuanto al impacto del cambio climático en los recursos hídricos se espera un aumento generalizado en la intensidad y magnitud de las sequías meteorológicas e hidrológicas bajo escenarios de cambio climático, debido principalmente al aumento de la evapotranspiración y, secundariamente, a la reducción de las precipitaciones. Estos cambios se traducen en proyecciones de escorrentía y recarga subterránea decrecientes, y por tanto una reducción de la aportación hídrica a los ríos.
Las proyecciones sobre cambio climático en España apuntan, entre otras cosas, hacia una creciente aridez y un aumento de las temperaturas. Aun cuando no se produjeran incrementos cuantitativamente importantes de las pérdidas de suelo, el incremento
previsto de la aridez apunta a un aumento del riesgo de desertificación. Además, España es uno de los tres países de la Unión Europea con mayor riesgo de incendios, riesgo que puede verse incrementado.
El funcionamiento de los ecosistemas terrestres y sus componentes se verá afectado de diversas formas.
En las especies forestales se han observado ya cambios fenológicos, como el aumento o desplazamiento del periodo de permanencia de la hoja en especies caducifolias, y cambios en los periodos de floración y fructificación de muchas especies. Estas
alteraciones pueden llevar a cambios de comportamiento en las especies migratorias, muchas aves migratorias ya están adelantado su llegada a la Península, o en especies locales, determinados insectos están adelantando la emergencia de los adultos.
Los principales impactos del cambio climático en la agricultura y la ganadería son los cambios fenológicos asociados al desplazamiento de las estaciones, el aumento del estrés hídrico, los daños por calor y por eventos extremos. También sufre
impactos indirectos derivados de los efectos del cambio climático sobre otros sectores (suelos, recursos hídricos, etc.).
En el medio marino, los impactos sobre la biodiversidad y los ecosistemas, así como en la pesca y acuicultura, son cada vez mejor conocidos y se deben fundamentalmente al aumento de temperatura, la acidificación y la pérdida de oxígeno. Así, se observan cambios en la distribución y abundancia de especies de flora y fauna marina, cambios fenológicos, establecimiento de especies invasoras y disminución del potencial pesquero y acuícola, principalmente.
El cambio climático representa una amenaza importante para las costas en España, aunque se trata de uno de los sectores mejor estudiados y que cuenta con su propia estrategia de adaptación. Entre los factores de cambio más importantes se encuentran el
ascenso del nivel del mar, los eventos extremos, como las mareas meteorológicas, los cambios en el oleaje y los cambios en la temperatura del agua, pero también diversos factores antropogénicos, como la ocupación de la costa, que aumentan la exposición ante los riesgos climáticos.
Los retos de las ciudades frente al cambio climático son muchos y diversos. Los núcleos urbanos concentran población e infraestructuras críticas, a la par que conocimiento y bienes sociales y culturales.
Además de ser vulnerables al cambio climático por estas razones, también las ciudades están altamente expuestas y son propensas a sufrir impactos por sus características intrínsecas o por su localización en el territorio.
El cambio climático en España representa una amenaza para la salud humana, con impactos directos e indirectos. Entre los primeros, son especialmente relevantes los riesgos asociados a las temperaturas excesivas y a las inundaciones, que se
asocian con morbilidad y mortalidad por causas Impactos y riesgos derivados del cambio climático en España cardiovasculares y respiratorias, estrés térmico, agravamiento de enfermedades crónicas y lesiones.
Energía
La energía hidroeléctrica es la fuente de energía que puede verse más afectada por el cambio climático debido a la menor disponibilidad de agua. Asimismo,los eventos meteorológicos extremos pueden afectar a las infraestructuras energéticas, especialmente las situadas en las zonas costeras, y generar riesgos añadidos sobre el sistema.
[Autora: M.J. Sanz. Energía eólica].
En cuanto a las infraestructuras y redes de transporte, se prevén impactos negativos en las redes troncales de transporte terrestre (red vial y ferroviaria), especialmente debidos a los fenómenos climáticos extremos como las precipitaciones torrenciales; aunque también se pueden experimentar Impactos y riesgos derivados del cambio climático en España impactos positivos si disminuyen las nevadas y heladas.
Turismo
El sector turístico puede verse afectado por el cambio climático tanto por los impactos en la oferta como en la demanda. La subida de las temperaturas en las provincias costeras del Mediterráneo, especialmente en el sur, puede disminuir la predisposición de los turistas a visitar estos destinos.
Aunque esto también podría provocar que la temporada alta de los destinos de sol y playa españoles se desplazara fuera de los meses de julio y agosto tradicionales.
El Ejecutivo ha analizado el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE), que contempla la descarbonización de la economía española para 2050 y da un impulso decidido a las energías renovables.
Más de 400 personas del mundo de la investigación y la ciencia han firmado un manifiesto dirigido al Congreso para defender que la ley establezca un comité científico fuerte e independiente que evalúe la futura política de cambio climático en España