Para un planeta sano, no es suficiente ser neutral. Neutralidad climática y 'Net Zero' para el 2050 son eslóganes universalmente aceptados, no obstante estos conceptos resultan difíciles de implementar a causa de su complejidad y vaguedad.
Conceptos insuficientes como objetivos para la continuidad y supervivencia de la sociedad, que también se establecen demasiado alejados en el futuro. Es irresponsable exigir neutralidad climática cuando nos encontramos con 420 partes por millón (ppm) de CO? actualmente en la atmósfera —probablemente será superior a 500 ppm en 2050— cuando 280 ppm suponen el nivel de estabilidad. Los llamamientos a la acción sistémica siempre han de exigir la positividad climática, o las emisiones negativas netas.
También resulta evidente que el Acuerdo sobre el Clima de París se enfoca a objetivos insuficientes. Dos grados de aumento, incluso 1,5 grados, ya eran excesivos para la estabilidad de la criosfera terrestre. Desde el Ártico hasta Groenlandia, desde el permafrost a través de los glaciares de todo el mundo, hasta la Antártida: todo comenzó ya a fundirse visiblemente con siquiera medio grado de incremento. A día de hoy, el calentamiento global medio en comparación con la época preindustrial real antes de 1.750 es muy probable que ya haya superado los 2 grados. Para distraer este error, los informes oficiales y los objetivos no oficiales ahora solo hacen referencia a 1.860, 1.990 o incluso 2.006 como años de referencia.
Las emisiones de CO? no solamente han aumentado hasta el 150% de las concentraciones estables actuales, sino que siguen aumentando: las concentraciones de metano ya son tres veces superiores a las que toleraría un clima estable a lo largo del tiempo: ahora a más de 1900 ppb en lugar de 600. La enorme y súbita liberación de metano ártico a causa de la fusión del premafrost del fondo marino es actualmente la amenaza climática más inmediata para nuestra civilización. Igualmente ignorada en el proceso de toma de decisiones públicas, es la desoxigenación de la atmósfera y océanos, que se está acelerando inexorablemente en las condiciones actuales. Por su parte, la combustión de recursos fósiles es el factor antropogénico más importante, pues actualmente libera tanto CO? anualmente como oxígeno atmosférico O? se está destruyendo. A causa de les realimentaciones, algun@s investigadores proyectan la posible pérdida completa de oxígeno atmosférico en unos pocos miles de años.
El llamado presupuesto de carbono – supuesta posibilidad de emitir cada vez más gases residuales sin asumir ningún riesgo significativo – es una excusa para seguir con los negocios habituales. El sistema global de gestión del carbono terrestre, debilidad para la sobreexplotación de los recursos biosféricos, es tan sensible que las más pequeñas fluctuaciones en las concentraciones de GEI y en las temperaturas signifiquen un desastre. De hecho, este denominado presupuesto ya fue superado cuando las concentraciones de CO? rebasaron sustancialmente las 280 ppm: en 1.990 ya estaban por encima de las 350 ppm. Únicamente el fin de las emisiones de carbono fósil, el inicio rápido de la “Era Solar” para el suministro de energía 100% renovable y la retirada del exceso de concentraciones de GEI de la atmósfera mediante la regeneración biosférica y otras medidas, además de la eliminación permanente del exceso de carbono atmosférico en gran escala, pueden frenar este proceso.
Ninguno de los planes europeos, ni el Acuerdo Verde Europeo, ninguno de los estados miembros de la UE, tampoco los principales partidos, ni político destacado, se ha enfrentado todavía a este problema – ni siquiera prácticamente ningun@ de l@s mism@s expert@s climáticos. Todo el mundo habla de la neutralidad climática como una cura milagrosa, a pesar de que esto es engañoso y hace perder un tiempo precioso alejando el objetivo como si fuera móvil. Los objetivos críticos –temperaturas, concentraciones- junto con las emisiones están todos por debajo, no por encima de los niveles actuales.
Se necesitan métodos mucho más potentes que los que se están planteando y debaten actualmente en los gabinetes y parlamentos de Alemania, Europa y en todo el mundo: ello equivale a una movilización general. No obstante, se trata de medidas posibles, relativamente simples y existencialmente inevitables.
Éstas incluyen los siguientes puntos de la Década Regenerativa de EUROSOLAR (earthdecade.org) tal y como fue declarada desde enero de 2020 a nivel del Comité Ejecutivo (Junta):
La Asamblea de Delegad@s Europe@s EUROSOLAR, Asociación Europea para las Energías Renovables, pide que la DÉCADA DE LA EUROPA REGENERATIVA como enfoque más nítido y endurecimiento del Pacto Verde Europeo, vaya más allá de la mera declaración verbal para la simple neutralidad climática y cambie rápidamente hacia el 100% renovable, agricultura de captación de carbono, aforestación con bosques resistentes a las sequías y el replanteamiento de las directivas europeas de economía circular en normas y regulaciones para secuestro de carbono en todos los ámbitos de la economía.
Objetivo y realidad deben propiciar una Europa renovablemente positiva para el clima y con emisiones negativas.
Presentado informe WEO-2021 requiriendo a los gobiernos que deben enviar una señal inequívoca de ambición y acción de energía limpia en la COP26 para acelerar la transición.
Más de 90 de las principales empresas eólicas del mundo, lideradas por el Consejo Global de Energía Eólica, incluidos fabricantes, suministradores, inversores y organismos de la industria de todo el mundo, se han unido para apoyar el Manifiesto.
El mundo está atento a los 120 líderes mundiales que se reúnen en Glasgow, Reino Unido. Durante las próximas dos semanas se deberán de tomar algunas de las decisiones más importantes para hacer frente a la crisis climática.