Otro país latinoamericano vuelve a unirse a Japón para apoyar el desarrollo de un nuevo proyecto fotovoltaico.
El Gobierno uruguayo que en los últimos años no ha tenido un desarrollo tan espectacular como lo tuvo del año 2009 a 2010 cuando aumentó su capacidad instalada de energía limpia en un 40% gracias sobre todo a subastas inversas auspiciadas para contratos de energía eólica y energía de la biomasa. Ahora apuesta también por proyectos fotovoltaicos con lo que espera aumentar el porcentaje de energías limpias que forman su mix energético, que actualmente, es de un 10%.
El pasado viernes día 15 de marzo se inauguró la primera planta solar fotovoltaica, con ello el país uruguayo pretende realizar una transformación energética. Se ha cogido la idea del funcionamiento de otras plantas, como las que hay en Andalucía (España), para este proyecto.
Esta planta consta de 2.240 paneles solares, tiene capacidad para generar 481 kWp (kilovatios pico) y tuvo un costo de 4 millones de dólares. La ubicación de la misma es en el departamento de Salto, a 500 kilómetros al noroeste de Montevideo, en un parque de una hectárea y junto a la represa hidroeléctrica uruguayo-argentina de Salto Grande.
El Gobierno de Japón para la construcción de esta planta y una segunda que está en proyecto ha destinado 7.000.000 de dólares, y además capacitó a técnicos locales para que se encarguen del funcionamiento y mantenimiento.
Con este proyecto el Gobierno de Uruguay pretende realizar una profunda transformación de su mix energético y dar importancia a las energías renovables, y con ello pretende reducir los costes y su dependencia climática. La energía generada por esta planta se inyectara a la red eléctrica nacional y se espera que tenga una gran aceptación gracias a su precio competitivo.
Los resultados de estos proyectos se verán para el año 2015, que es cuando Uruguay pretende tener un buen complemento para su matriz energética con una energía autóctona y renovable. Así el Gobierno prevé que dentro de tres años el 45% de la energía eléctrica que se consuma en Uruguay sea de origen hidráulico; el 30% eólica, el 15% de biomasa y el 10%, provenga de generación térmica. Y de esta manera, dar solución a sus problemas de sequía y de dependencia energética.
Otro país latinoamericano vuelve a unirse a Japón para apoyar el desarrollo de un nuevo proyecto fotovoltaico.
En el mes de noviembre, la RedTEJ recorrerá diferentes territorios del país para promover la articulación de diversos actores para su consolidación y operación.
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