El 80% tiene garantías hipotecarias y un 23% de ellos soporta derivados financieros. El 100% ha tenido que refinanciar o realizar aportaciones con recursos propios.
Anpier, la Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos, considera demoledor el escenario financiero de los pequeños y medianos productores españoles de energía solar fotovoltaica tras la reforma del sector eléctrico aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy e impuesta sin consenso sectorial, territorial ni político.
Así se desprende de la encuesta realizada por esta asociación sobre una muestra de 500 instalaciones de entre 10 y 100 Kw repartidas por todas las Comunidades Autónomas. Más de un tercio de los propietarios de estas instalaciones, concretamente un 36%, declaran soportar rentabilidades negativas, mientras que, en el otro extremo, sólo un 3% han llegado a obtener el 7,5% que aseguraba el Gobierno que alcanzarían todas y cada una de estas instalaciones con la reforma.
Al cambiar drásticamente la estructura de la amortización, el 100% ha tenido que refinanciar o soportar los pagos mensuales con recursos propios. Lo que ha supuesto aportar garantías adicionales a los bancos, aceptando, además, tipos de interés más alto a cambio de extender los periodos de amortización, de tal manera que hiciera posible soportar los pagos mensuales. El 15% de los encuestados tienen mensualidades pendientes con las entidades bancarias que les aportaron la financiación, recordemos que el propio Ministerio impulsó este tipo de operaciones y recomendaba financiar el 80% de la inversión. El 79% de los productores debieron aportar garantías personales frente a la banca, sus propios hogares familiares en la gran mayoría de los casos. El 23% de los productores que financiaron, soporta, además un derivado financiero que les impide lograr algún alivio con la caída del Euribor durante los últimos años.
El perfil de pequeño y mediano productor está formado por profesionales y asalariados de clase media que, según revelan en el estudio, anteponían la seguridad a la rentabilidad un 26% de los encuestados; mientras que tan sólo un 10% consideró la rentabilidad como principal variable para emprender la instalación. El 60% afirma que la motivación ética guió su decisión de embarcarse, tal y como les propuso el Estado, en el desarrollo y generación de energía solar fotovoltaica. Finalmente, si entre la gran cantidad de información que difundió el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para promover estas instalaciones, se hubiera advertido de algún atisbo de riesgo regulatorio, sólo el 0,4% hubiera mantenido su decisión de arriesgar sus ahorros y patrimonio a este fin.
El Presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca, afirma que la encuesta ofrece "un reflejo fiel de la cruda realidad generada por la reforma: datos negativos para los pequeños productores, que contrastan con los elevados beneficios alcanzados por las grandes empresas del sector en este mismo lapso temporal" y sostiene que "el Gobierno no precisa de este tipo de estudios, puesto que conoce con total precisión lo que se liquidaba antes a estas familias y lo que se les liquida ahora. Tiene los datos exactos de los estragos que están ocasionando, que han sumido a 62.000 familias en una situación financiera límite, por lo que el colectivo precisa un cambio urgente de escenario normativo"
La energía solar domina un nuevo récord de generación en Brasil, alcanzando la marca de 5.258 MW, según datos de la ANEEL del 25 de octubre. La fuente representó más de la mitad (57,8%) de toda la nueva capacidad instalada centralizada.
El objetivo de la actual ronda eólica es asignar áreas marítimas en las que se podrán instalar entre 1.000 y 3.000 megavatios.