Cada vez contamos con menos autobuses que consumen gasóleo y por más vehículos eléctricos. El futuro es que todos estos vehículos se propulsen gracias a las energías renovables.
En respuesta a esta consulta hemos de señalar que los microbuses eléctricos en las ciudades suelen circulan por calles estrechas e irregulares, muy cerca de edificios de gran valor arquitectónico.
Esta tipología de vehículos no emite gases de ningún tipo ni partículas, lo que los hace especialmente indicados para estos recorridos, contribuyendo a mantener una atmósfera limpia en ámbitos densamente habitados y en un entorno arquitectónicamente delicado.
Las ciudades y su entorno son objeto de un plan de mejora de la calidad del aire, siendo éste un aspecto de gran relevancia al haberse detectado niveles de contaminación en muchas zonas de España, motivados principalmente por el tráfico.
La incorporación de estos autobuses conlleva una reducción inmediata de los gastos de mantenimiento y combustible, así como del nivel de vibraciones y de ruido.
Sin lugar a dudas suponen un ahorro económico, así como una diversificación energética mayor de miles de toneladas equivalentes de petróleo cada año y una reducción de emisiones de de miles de toneladas de CO2 anuales, ya que el cambio de gasóleo, que es el combustible que se usa en la flota actual, por energía eléctrica ofrece numerosas ventajas medioambientales.
Es necesario flexibilizar los procesos de homologación para la transformación de los coches de gasoil/gasolina en coche eléctrico en España.
