Los préstamos del Banco interamericano de Desarrollo en el 2013, alcanzaron los 2.800 millones de dólares para proyectos relacionados con energías renovables y mitigación del cambio climático.
El Banco Interamericano de Desarrollo es el mayor organismo multilateral que está ayudando a América Latina y Caribe a avanzar hacia el cambio a un nuevo modelo energético basado en energías limpias, conseguir la independencia de los combustibles fósiles y cumplir sus objetivos de mitigación del cambio climático.
En 2011, el BID aprobó una estrategia integrada de mitigación y adaptación al cambio climático y de energía renovable, la cual seguía líneas como fortalecer los conocimientos del organismo sobre el cambio climático, fortalecer las instituciones y capacidades de los sectores público y privado, identificar actividades de los sectores implicadas con el clima para desarrollar préstamos y asistencia técnica y sobre todo aumentar las inversiones y apalancar el sector privado para el buen desarrollo de proyectos.
Con estas bases se aprueba el Plan de acción 2012-2015 para la adaptación y mitigación del cambio climático y sectores transversales.
En el Informe Anual sobre Sostenibilidad del BID, se destaca que el organismo comprometió 2.800 millones de dólares en 2013 para proyectos que abordan el cambio climático, la energía sostenible y el medio ambiente. Esa cifra representa el 20 por ciento del total de préstamos aprobados el año pasado por el Banco, y coloca al BID en camino de cumplir su meta de 25 por ciento para el 2015. El Informe sobre Sostenibilidad se publicó en el contexto de la Asamblea Anual del BID, que este año se celebró en Costa do Sauipe, en Brasil.
El informe proporciona los datos y el contexto de los esfuerzos entablados por el BID para invertir en salvaguardar la sostenibilidad, al integrar consideraciones ambientales y sociales en su cartera de proyectos. Por ejemplo, de los proyectos con riesgos ambientales y sociales altos, el 87 por ciento fueron calificados como satisfactorios en la aplicación de medidas de salvaguardias en 2013, superando la meta de 85 por ciento del Banco fijada para el 2015.
Además, el informe examina los desafíos de la rápida urbanización de la región y las estrategias del Banco para hacer frente a ellos, incluyendo una Estrategia de Infraestructura recientemente aprobada y los avances logrados en su Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles.
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Una infraestructura sostenible y eficiente -los edificios, las carreteras y los servicios necesarios para que una sociedad moderna pueda funcionar sin problemas- es esencial para mejorar la calidad de vida de las personas en la región.
La región de Latinoamérica y el Caribe se enfrenta a grandes desafíos en la protección de su medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, se espera que la demanda de electricidad se duplique para el 2030 y que los daños anuales por desastres naturales asciendan a 3.600 millones de dólares.
La nueva Estrategia de Infraestructura equilibra preocupaciones ambientales, sociales y fiscales, y es consistente con estrategias existentes del Banco, incluyendo la Estrategia Integrada del BID de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, y de Energía Sostenible y Renovable.
El año pasado, más de un millón de personas tuvieron acceso a medios de transporte público con bajas emisiones de carbono. El sesenta por ciento de la energía generada por proyectos apoyados por el BID derivó de fuentes bajas en carbono.
La compañia RWE, ganadora del laudo por el recorte expropiatorio de las renovables , exigirá la traba de bienes del Reino en USA para cobrar sus 28 Millones de Euros.
A pesar del aumento de la ambición, los PNEC no logran conectar efectivamente los puntos con lo que ahora importa para hacer realidad la transición energética: despliegue de la red, modernización y flexibilidad.
