Las subastas de renovables están pensadas para las Grandes eléctricas españolas... aquellas que se lucraron con la moratoria y la retroactividad, y que ahora se lucran de las subastas. En este post, denunciamos éstas y otras corruptelas.
Esta decisión es fruto de la evidencia de que la subasta, aunque pretende ser tecnológicamente neutral, no da las mismas oportunidades a las diversas tecnologías y favorece claramente a la eólica frente la fotovoltaica. Hacer subastas para cada tipo de tecnología respondería a una mejor planificación energética.
Otro motivo importante es el hecho de que beneficie a los proyectos más grandes frente a los pequeños, ya que las ofertas con más MW tendrán prioridad en el momento de la casación. Este hecho no promueve un modelo de generación distribuida sino que continúa fomentando la concentración de la misma en grandes proyectos. Queda claro que no garantiza un equilibrio territorial ya que concentra todos los proyectos en las zonas de más recursos creando tensiones y diferencias territoriales, así como falta de eficiencia y pérdidas en el transporte y la distribución de la energía, entre otras desventajas.
En la misma línea, al igual que la anterior subasta, ésta es también marginalista y las ofertas adjudicadas no obtienen el precio ofertado para cada una de ellas sino el precio marginal, aquel resultante del corte de la curvas agregadas de oferta y demanda. Esto hace prever que pase como en la anterior subasta y que el resultado sea que la retribución a la inversión sea nula o muy poco atractiva. No se entiende que se mantenga este sistema cuando ya se ha comprobado que no funciona y no asegura que los participantes ofrezcan un precio razonable en vez de hacer ofertas a la baja buscando entrar a toda costa en el proceso de casación.
También se quiere denunciar que las garantías de 60 €/kW son muy elevadas para los pequeños promotores. Además, los requerimientos de rating de las entidades que avalan este proceso de subasta alejan la posibilidad de utilizar banca ética para conseguir estos avales.
Som Energia pide al Gobierno que, tal y como se hace en otros países de la UE, se prevean unas reglas de juego específicas para los proyectos considerados “comunitarios” (REScoop.eu Community projects) o que se reserven unos megavatios para este tipo de proyectos para acceder a las ayudas por otra vía. “No queremos compartir calzada con los trailers, queremos un carril bici”.
Mañana, 17 de mayo, se celebrará la subasta de adjudicación del régimen retributivo específico para nuevas instalaciones renovables. Una subasta muy injusta en palabras del sector profesional fotovoltaico.