Fabricar e-fuels para el transporte por carretera sería un despilfarro inaceptable de electricidad renovable

El e-diésel y la e-gasolina no son totalmente neutros en emisiones de gases de efecto invernadero y seguirían provocando niveles similares de contaminación atmosférica que sus equivalentes fósiles.

Las organizaciones Climate Strategy, ECODES, Ecologistas en Acción, Fundación Renovables, SEO/BirdLife y Transport&Environment advierten de la incertidumbre que generan los promotores de los e-fuels entre la ciudadanía con respecto a sus supuestas ventajas para hacer frente a la descarbonización del transporte por carretera. A ese respecto, estas entidades manifiestan que que:

Para las organizaciones, la descarbonización del transporte mediante electricidad renovable es un reto de envergadura. Por ello, no hay margen para utilizar la electricidad renovable de forma ineficiente. Permitir el uso de e-fuels en el transporte por carretera, cuando existen alternativas técnicas mucho más eficientes como el uso directo de la electricidad (vehículos eléctricos a batería), conlleva una enorme penalización energética y corre el riesgo de hacer descarrilar todo el esfuerzo de descarbonización.

Si se potenciara el uso de hidrógeno verde o el de los e-fuels para el transporte por carretera, habría que generar una gran cantidad de electricidad renovable adicional para producirlos, lo que requeriría la instalación de un número importante de plantas de energía renovable extra, con el consiguiente impacto sobre el territorio y potencialmente sobre la biodiversidad.

El transporte es el sector con más consumo de energía final tanto en la Unión Europea como en España. Es el segundo más contaminante a nivel europeo y el primero a nivel nacional. Hoy, en el conjunto de la UE representa el 25% del total de emisiones mientras que en España se sitúa en torno al  29%. Dentro del mismo, el modo predominante es el transporte por carretera, con casi el 95% del consumo final de energía del transporte.

En un estudio de Transport&Environment, se calculó que para alimentar tan sólo un 10% de los coches, las furgonetas y los camiones pequeños con hidrógeno verde y otro 10% con e-diésel en 2050 se necesitaría un 41% más de energías renovables que si éstos fueran vehículos eléctricos con baterías. Y si la mitad de los camiones pesados funcionaran con hidrógeno y la otra mitad con e-diésel, consumirían un 151% más de recursos renovables en 2050 que en el caso de los vehículos directamente electrificados.

Por tanto, las organizaciones advierten que:

Por todo ello, Transport&Environment, SEO/BirdLife, Fundación Renovables, Ecologistas en Acción, ECODES y Climate Strategy demandan al Gobierno que, en el marco de la actual revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), se excluyan los e-fuels del transporte por carretera y se concentre su uso en aquellos sectores, como la aviación y la mayor parte del transporte marítimo, en los que la de descarbonización no se puede hacer fácilmente mediante la electrificación directa.