Monopolios del transporte eléctrico español y francés confabulan extender sus redes para trasegar un 73% de energías sucias.
INELFE, una empresa mixta creada a partes iguales por REE, el gestor de la red pública de transporte en España y su homólogo francés, RTE, celebran su X cumpleaños regalándose 370 kms. x 4 cables a través de mar y montañas.
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Después de atravesar los Pirineos cual Aníbal con paquidérmica línea MAT (de Muy Alta Tensión) Baixas-Santa Llogaia en 2015, en esta ocasión la onomástica proyecta su segundo brazo para dejar atado y bien atado el tránsito eléctrico.
Inauguración en 2015 de MAT por M.Rajoy y M.Valls, con un trazado de 64,5 kilómetros x 4 cables (de los que solo se ven las puntas)
Persistiendo en el empeño de profundizar en obsoletos modelos energéticos centralizados, las privatizadas compañías matrimoniadas -Red Eléctrica Española y Réseau de Transport d’Electricité, con la bendición de la UE continuarán enredando masivamente expropiados territorios e invadiendo aguas que no han de beber.
Así, en una línea totalmente opuesta a la de generación distribuida que constituye el nuevo modelo energético -actual apuesta del Gobierno- para el desarrollo de ciudades inteligentes, reducción de pérdidas en transporte y despliegue de las renovables, se prevén toneladas de cobre en forma de cables de 20 cms. de diámetro que servirán para amarrar consumidores particulares y empresas al grifo único -eso si, bidireccional- a partir de 2025.
La "proeza" sumergirá parte de los 1.750 millones de euros del coste a que asciende, a lo largo de casi 58 leguas submarinas, contando con la dote de la UE que obsequiará a estas empresas privadas con el 33% de fondos de los europeos, aportando el 37% España y el restante 30% Francia.
Según han explicado los responsables de las compañías implicadas, y en presencia de los mandatarios autonómicos que recientemente han dado impulso al fracking en los territorios de Euskadi, la iniciativa cuya puesta de largo se ha celebrado en Bilbao, persigue optimizar el intercambio energético aprovechando mútuos excedentes.
Para el caso francés, resultará interesante dar salida a la sobrecapacidad nuclear de sus actuales 59 centrales en servicio y una más todavía en construcción.
Por su parte, el Presidente de Red Eléctrica Española, Sr. Jordi Sevilla, reconoce explicitamente que el objeto de esta inversión no es abaratar la electricidad (pues habrá de ser amortizada la macroinversión), sino garantizar la seguridad de suministro, sin mencionar en ningún caso las consiguientes supresiones de las actuales subvenciones a las que en esa lógica esto habría de dar lugar.
Desde todas las bandas se coincide en repetir mantra de querer "favorecer el despliegue de las renovables", sin mencionar la competencia desleal que supone la "barata" energía nuclear que externaliza al Público los costes de sus elevados riesgos mientras se reparte privadamente los dividendos.
Meridianamente claro resulta el contenido del folleto publicitario del emprendimiento, que a diferencia de titulares en gruesas tintas verdes, explicita la modesta vocación de esta iniciativa acorde con los objetivos de la UE para "Potenciar la integración de energías renovables 27 % del consumo total de energía a partir de fuentes de energías renovables, reduciendo la dependencia energética". ¿ Y el restante 73% ?
Si bien el proyecto dice alinearse conforme a la planificación europea, resulta muy significativo el texto que luce en la web corporativa como exención de apariencia imperativa y que explicita la prevención de la UE, subrayando su carácter de mera opinión de parte: "La presente publicación sólo refleja las opiniones del autor. La Comisión Europea no es responsable de ningún uso que pudiera hacerse de la información que contiene". La UE ¿ Se entiende que se desentiende ?