D. Juan Laso, manifiesta en GENERA, su rotunda negativa a todo tipo de retroactividad fotovoltaica.

Genera 2010. Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente
Jornada sobre La industria fotovoltaica española en el contexto europeo
Intervención de Juan Laso, presidente de la Asociación Empresarial Fotovoltaica
Madrid, 21 de mayo de 2010

Buenos días a todos.
Es para mí una satisfacción, incluso en estos difíciles momentos, participar en esta jornada sobre la industria fotovoltaica española en su contexto europeo.
El Ministerio de Industria nos convocó [el pasado 6 de mayo] a las distintas asociaciones sectoriales renovables para abrir con todas un diálogo sobre el sector y para resolver un problema.
El Ministerio tiene un problema con el Sistema Eléctrico, porque sigue generando un déficit superior al previsto. Como su intención es no subir la energía eléctrica, o subirla lo menos posible, la única opción para corregir ese déficit pasa por reducir los costes del sistema. Hasta aquí lógico.
Ante un problema de este estilo, que, como digo, es lógico planteárselo en estos términos, está claro que debemos resolverlo (la energía es algo muy importante), pero evidentemente teniendo en cuenta todas las consideraciones legales y estratégicas.
Las primeras, las legales, que evidentemente en cualquier país serio establecen los límites,  para ni saltarse la seguridad jurídica ni perder la confianza legítima que los ciudadanos tenemos derecho a tener en nuestras administraciones.
Las segundas, las estratégicas, para ordenar las prioridades, y, a la hora de recortar, hacerlo por aquellos lugares que no perjudican o perjudican menos el futuro de nuestro país.
Esto (que de forma intuitiva lo tiene claro cualquiera, a la hora de plantear posibles soluciones al problema) debería bastar para despejar cualquier duda sobre posibles medidas retroactivas ilegales, y para proteger, además, a las energías renovables, dado su reiteradamente declarado carácter estratégico y su condición de pilar para la política energética de nuestro país.
Sin embargo, se ha permitido que la confusión, las presiones, los estudios y las informaciones interesadas pongan a las renovables en general, y a la energía solar fotovoltaica en concreto, en el foco de todas las críticas, como uno de los elementos donde hallar la posible solución, cuando es demostrable matemáticamente que las renovables y la fotovoltaica no generaron el déficit y, en su conjunto, no sólo no han contribuido al mismo, sino que además han evitado que éste sea todavía mayor.
¿Por qué entonces se nos pone en el foco de la solución, cuando ya saben que ésta es ilegal y que además va en contra de la estrategia marcada? Lla verdad es que el déficit tarifario se produce desde 1997, cuando las renovables ni siquiera habíamos llegado. ¿Por qué no se ataca el problema de fondo y se analiza el sistema eléctrico en su conjunto, se explica y se toman las medidas adecuadas?
Un ejemplo: las llamadas primas que recibimos las renovables se cuantifican en los costes fijos del sistema, los que son retribuidos con los llamados peajes de acceso de la tarifa eléctrica. Sin embargo, a la vez, generamos una serie de ahorros muy importantes en el coste final de la energía eléctrica. Estos últimos ahorros son costes variables que no se contabilizan oficialmente y que, incluso, incrementan artificialmente las primas, y por lo tanto parece que contribuyen más a incrementar el coste del peaje, y en consecuencia el déficit. Sin embargo, según nuestros cálculos, lo cierto es que el ahorro en costes variables, en 2009, no sólo ha pagado el coste de las renovables, sino que además ha presentado además un saldo positivo de casi 4.000 millones de euros (descontado el descenso de consumo que hubo ese mismo año).
En el actual sistema eléctrico, las primas a las renovables resultan visibles y fáciles de calcular, además de necesarias. Ahora bien, coexisten con ellas ineficiencias y sobrerretribuciones en el sistema eléctrico que, en su conjunto, son mucho más cuantiosas. Echarle la culpa al único factor visible del sistema resulta totalmente injusto, perjudica al consumidor, a la imagen y estrategia de nuestro país y tan sólo beneficia los intereses de unos pocos.
En definitiva, ese foco al que se nos quiere someter ni tiene razón de ser ni va a solucionar nada de los auténticos problemas del sistema eléctrico español. Somos una industria pionera nacional e internacionalmente, con unas inversiones acumuladas de 23.000 millones de euros. Aportamos casi cien mil puestos de trabajo, un compromiso a largo plazo de muchos y muy diversos inversores nacionales y extranjeros, y una contribución al PIB que ha llegado a aproximarse al 0,7%.
Si, pese a todo, llegara a aplicarse un fraude de ley como la retroactividad contra el sector fotovoltaico, situaría bajo mínimos la credibilidad del Reino de España entre los inversores nacionales y extranjeros. Tenemos varios dictámenes jurídicos que aseguran que la retroactividad es totalmente contraria a derecho, y por supuesto los emplearemos llegado el caso, si bien esperamos que no haga falta.
La retroactividad podría retraer a mínimos históricos la llegada de capitales foráneos a nuestro país en un momento económico especialmente difícil y dañaría, quizá de forma irreversible, la imagen de nuestra política económica ante los mercados internacionales. La gravedad de una medida semejante trasciende el sector fotovoltaico, ya que la inseguridad jurídica hará que en adelante ningún inversor se plantee invertir ni en renovables ni en ningún otro sector español regulado.
En este punto nos encontramos hoy. La Asociación Empresarial Fotovoltaica está intentando aportar claridad sobre el sector eléctrico allá donde se nos invita a opinar y a intervenir. Estamos analizando y estudiando la realidad para poner a disposición del Ministerio, cuanto antes, reflexiones que puedan ayudar a reducir costes del sistema eléctrico español y ajustar el déficit minimizando las posibles  subidas de la tarifa eléctrica.
En cuanto a las propuestas para nuestro sector, de cara al futuro, planteamos mejorar al máximo la eficiencia de nuestra tecnología mediante concursos para instalaciones en suelo y avanzar hacia el autoconsumo para las instalaciones de techo. Queremos procedimientos ágiles, trasparentes y sencillos que no retrasen ni encarezcan artificialmente el coste de nuestra energía.
La solución que den ahora les retratará para la historia, y, con 23.000 millones de euros invertidos, harán que el retrato sea visible desde muy lejos. Esperemos que sea para bien; yo al menos estoy tranquilo por todo el trabajo que estamos haciendo para explicar y demostrar los beneficios que generamos. En esa línea estamos trabajando y así vamos a seguir haciéndolo.
Muchas gracias.