América Latina está atravesando una etapa de transformación y crecimiento económico, que requiere enfrentarse a nuevos retos, uno de ellos es el energético. Uruguay tiene como meta llegar al 2015 con un 50% de su energía proveniente de las energías renovables, para ello es preciso un esfuerzo por parte del gobierno, tanto en la concienciación ciudadana, como en la capacitación técnica, así como los incentivos y un marco regulatorio estable que atraiga a los inversores privados.
La inversión y la financiación resulta una barrera para el desarrollo de nuevos proyectos, pero en Uruguay se está superando con éxito. El Ministerio de Industria, Energía y Minería apoya el desarrollo de las energías renovables a futuro, no solo en el marco de una -oleada fuerte de inversiones-, sino -como parte de una estrategia- que permite que estas inversiones resulten sinérgicas.
En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó una Línea de Crédito para Proyectos de Inversión de 250 millones de dólares y la primera operación individual bajo esta línea por 125 millones, que promoverá la inversión en infraestructura y la inversión productiva en Uruguay, mediante la provisión de financiamiento de mediano y largo plazo a través del Banco de la República.
Este primer préstamo individual corresponde al Programa Financiero para el Desarrollo Productivo. Sus objetivos específicos son financiar inversiones en plantas de generación eléctrica a partir de energías renovables, básicamente eólica y solar, para contribuir a la diversificación de la matriz energética y reducir las emisiones de CO2, y financiar inversiones agropecuarias en proyectos de riego y de reconversión en el sector cítrico.
-Con esta Línea, el BROU se refuerza como brazo financiero de inversiones energéticas y agrícolas que contribuyen a un crecimiento sostenible y basado en la productividad y las ventajas comparativas del campo uruguayo-, dijo Francisco Demichelis, jefe del equipo del proyecto del BID.
El programa financiará por ejemplo, unos 2MW en plantas pequeñas de energía solar de generación distribuida, para contribuir a una demostración de la viabilidad de esta tecnología. Las inversiones financiadas irán acompañadas de los programas de capacitación y asistencia técnica.
En Uruguay la transformación energética del país está enmarcada en la política energética aprobada por todos los partidos con representación parlamentaria en 2010, y se ha desarrollado "a pasos agigantados". Recordó que en cinco años se han logrado 7.000 millones de dólares en inversión, y añadió que cada año el 3% del Producto Bruto Interno (PBI) del país se reinvierte en la transformación energética.