Conclusiones de la Mesa Redonda «Una apuesta por la sostenibilidad», incluida en el Ciclo «Materias Primas Estratégicas para la Transición Energética».
España tiene la oportunidad de convertirse en proveedor de alguna de las materias primas esenciales para la industria española y europea en determinadas cadenas de valor estratégicas, pero para ello será necesario encontrar los equilibrios adecuados para desarrollar una minería sostenible que responda a los estándares medioambientales de la Unión Europea y a las necesidades de desarrollo de los territorios.
Se trata de la principal conclusión extraída de la Mesa Redonda desarrollada bajo el título “Una apuesta por la sostenibilidad”, incluida en el Ciclo “Materias Primas Estratégicas para la Transición Energética”, y organizada por el Instituto de la Ingeniería de España (IIE), en colaboración con la Asociación para la Transición Energética, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas y La Real Academia de Doctores.
En esta mesa redonda, que fue moderada por la Dra. Yolanda Moratilla, presidenta del Comité de Energía y Recursos Naturales del IIE, intervinieron Cristina Rivero, directora del Departamento de Industria, Energi?a, Medio Ambiente y Clima de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Vicente Gutiérrez Peinador, presidente de la Confederación Nacional de Empresarios de la Minería y de la Metalurgia (Confedem), José Antonio Valencia, gerente de Erimsa, Miguel Aguado, socio director de B-Leaf, y María Jesús González, secretaria general de la Asociación para la Transición Energética (ATE).
Los panelistas analizaron, entre otros asuntos, el marco europeo de sostenibilidad para las materias primas esenciales en términos de seguridad del suministro y normativa medioambiental, así como la proactividad a la hora de tomar medidas ejemplares como las técnicas extractivas respetuosas con el medioambiental o la seguridad de las personas.
Cristina Rivero explicó que “la hoja de ruta de las empresas en materia de sostenibilidad pasa por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo de París y el Pacto Verde de la Comisión Europea”, y destacó que “con la pandemia, parecía que los temas de sostenibilidad podían quedar de lado, pero sin embargo, se han afianzado en el debate de las empresas, y de hecho, van a condicionar el acceso a los fondos europeos”.
Precisamente sobre el papel de la sostenibilidad para el acceso por las empresas a los fondos europeos, Riveroa dijo que “en la CEOE estamos siendo muy activos, ya que España espera 150.000 millones en seis años, para lo que es necesario que se ejecuten importantes inversiones en los ámbitos de digitalización, el medio ambiente y la resiliencia”.
En este sentido, detalló que la CEOE ha creado una oficina para ayudar a los empresarios a acceder a estos fondos, que se basa en cinco ejes: “un marco regulatorio, que incluya medidas de las empresas para agilizar la ejecución de los fondos; la participación en los fondos de empresas pequeñas y medianas; una garantía de seguridad jurídica; la concreción de las ayudas del Estado; y hacer pedagogía para que las empresas puedan engancharse en proyectos transformadores”.
Además, se refirió a la necesidad de implementar herramientas que “ayuden a las empresas a apostar por la sostenibilidad, que tiene que ser un objetivo país y una apuesta de todos los grupos políticos”, y apostó por la apertura de “debates informados y rigurosos, con rigor científico, y no quedarnos en la superficie, además de establecer alianzas de todo tipo para conseguir el objetivo común de la sostenibilidad”.
Por su parte, Vicente Gutiérrez Peinador se refirió a la estrategia europea en este sentido, que pasa por “intentar evitar la dependencia y tratar de llevar a cabo explotaciones en el suelo de la Unión Europea, y si hay que traer alguna materia prima de fuera, que sea con total garantía de sostenibilidad”.
Según explicó, para lograr este objetivo “se puso en marcha el Reglamento de Financiación Sostenible, cuyos usuarios saben que el dinero hay que invertirlo en proyectos verdes, y que para demostrarlo, hay que seguir una serie de indicadores”.
Asimismo, afirmó que “la utilización masiva de materias primas estratégicas y tierras raras acaba de empezar, y que todavía solo se recicla el 1 % del total, aunque eso irá evolucionando”, al tiempo que reconocía que “será prácticamente imposible cubrir todas las necesidades que habrá en el futuro mediante el reciclado”.
El responsable de Confedem detalló por último que “la Comisión Europea pretende que se demuestre que la importación de materias primas es sostenible haciendo un seguimiento de la cadena de suministro, y garantizando el origen de los materiales”, e insistió en que “somos el único país que todavía no tiene estrategia, pero la elaboración de una hoja de ruta en este sentido, es una buena noticia”.
José Antonio Valencia, explicó que “un aspecto fundamental para garantizar la sostenibilidad en la minería es compatibilizar la actividad extractiva con la agricultura y la ganadería, con el objetivo de garantizar que agricultores y ganaderos no se vean afectados”, todo ello a través de “acuerdos previos con los dueños de las fincas, y renunciando -por ejemplo- a las expropiaciones, aunque podrían haber recurrido a ellas”.
En este sentido detalló que el método de trabajo “consiste en hablar con los propietarios y llegar a un acuerdo de arrendamiento, con el compromiso de que la colaboración no acaba cuando abandonamos la finca, sino cuando el propietario crea que las condiciones de la misma son idénticas que al principio, y firmando un escrito de reconocimiento”.
En otro orden de cosas, Valencia explicó que “los recursos no son renovables, por lo que hay que buscar un método que permita reutilizarlos al 100 %”, a la vez que recordaba que “es necesario pensar en utilizar el agua de manera racional”, y abogaba por “hacer planes de restauración que cumplan las leyes, pero además que cumplan con la biodiversidad y con otros aspectos, como el paisajístico, por ejemplo”.
En su intervención, el divulgador Miguel Aguado destacó “mientras antes había necesidad de desarrollo económico sin ningún otro tipo de criterio, ahora hay que hacerlo bajo estándares de sostenibilidad”, y abogó por “la producción de cercanía, porque aunque pueda ser más caro, desde el punto de vista sostenible es necesario para reducir la huella de carbono”.
Aguado habló de la necesidad de “apostar por la reutilización, porque derrochamos demasiado, y el planeta dice que aprovechemos los materiales y que los extraigamos con mejor criterio, atendiendo a todo el ciclo de vida del producto”, y aportó el dato de que “el 80 % de los metales ya se han utilizado antes, algo que lleva haciéndose desde la Edad de Hierro, y con lo que nos ha ido bien”, al tiempo que destacaba que “ahora tenemos más prisa, más conocimiento y más necesidad, pero no hay futuro si no mantenemos esta visión”.
También se refirió a la conveniencia de “premiar a los que lo hagan bien y señalar a los que lo hagan mal en materia de sostenibilidad, utilizando la comunicación y la divulgación”, e insistió en que “es importante que lo que hagamos bien se conozca en el ámbito internacional, ya que esto es algo estratégico para nuestro país”.
Explicó que “es necesario hablar con los afectados, es decir, dialogar con la sociedad”, pero teniendo en cuenta que “la sociedad ha cambiado y es necesario buscar puntos de equilibrio hablando con la ciudadanía, ya que los objetivos de la Unión Europea pasan por alinear Gobiernos con personas”.
Desde su faceta de consultor, recomendó a las empresa de minería que “para estar alineadas con las demandas de sostenibilidad, lo primero que deben hacer es creérselo, ya que hay una parte ética de responsabilidad de la que no se puede prescindir, y las empresas que no sigan estos criterios no van a sobrevivir”.
Por último, recomendó a las instituciones “buscar las mejores prácticas en materia de sostenibilidad, para tener cosas que contar, y luego contarlo”.
Finalmente, María Jesús González, secretaria general de la Asociación para la Transición Energética, explicó que esta organización es “un movimiento social para promover debates informados sobre las cuestiones clave para que la transición energética pase del discurso a la realidad”, y explicitó que nadie duda de que hay que ir hacia una economía más sostenible y que es necesario reindustrializar Europa, ya que cómo nos ha demostrado la pandemia, es esencial tener recursos propios en todos los sectores industriales”.
Afirmó que en el marco de los debates sobre la transición energética, “no había habido un debate público sobre el cuello de botella de las materias primas estratégicas a la hora de cumplir los objetivos tanto de España como de Europa”, y lanzó una pregunta que la Unión Europea ya ha contestado y que ahora debe contestar el Gobierno de España, que no es otra que “¿Qué va a hacer el Gobierno para que la extracción de materias primas estratégicas pueda ser un elemento tractor para la reindustrialización en los sectores que se consideran la base de la recuperación económica y la transición ecológica (coche eléctrico, energías renovables y digitalización)?”.
En este sentido, expresó la necesidad de “crear un círculo virtuoso desde la extracción hasta el producto final”, y detalló que la clave está en “hacer que todo sea sostenible, tecnológicamente, socialmente y medioambientalmente, para que la hoja de ruta no se quede en una mera declaración de buenas intenciones”.
Técnicos, investigadores y profesionales de empresas y administraciones tendrán la ocasión de disponer de un punto de encuentro para intercambiar conocimientos y posibilidades de negocio.