Según la CNE, D. Francisco Campo Buetas, (Director Técnico de AEF), y D. Eduardo de Lorenzo (catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y responsable del Instituto de Energía Solar), es absurda la Norma retroactiva.
La necesidad u obligatoriedad legal de adaptar TODAS las plantas fotovoltaicas con potencia superior a 2Mw, ó agrupadas en parques de potencia superior a 2 Mw es absurda para las antiguas e interesante para las nuevas. Veámos que nos cuentan nuestros expertos en fotovoltaica, empezando por D. Francisco Campo Buetas, Director Técnico de AEF:
Para nuevas instalaciones:
• Será insignificante la mejora en la estabilidad del Sistema Eléctrico Español (pues según el borrador del PER 2010-2020) sólo prevé una cuota de Fotovoltaica al final del plan del orden del 6% de la potencia total instalada).
• Sin embargo, si que garantiza el crecimiento futuro de este tipo de tecnología, sin límites técnicos en cuanto al porcentaje que alcance dentro del mix de generación y el lugar físico donde se vayan a instalar.
• No implica incremento de coste en los equipos de nueva fabricación.
• En definitiva, para instalaciones nuevas parece incuestionable.
Para instalaciones existentes:
(Se incluyen aquí también las que se encontraban en construcción en noviembre 2010)
Según se expone a continuación, resulta evidente que, no solo no es necesaria la adecuación, por no aportar nada de forma apreciable, sino que los costes que ello conlleva nunca serán recuperados ni por mejora de la calidad de la red, eficiencia energética, ni siquiera avance en I+D+I, pues las máquinas (inversores) que sería necesario adaptar están anticuadas tecnológicamente respecto de lo que se está construyendo hoy.
En 27 meses (desde el 1 octubre de 2008 hasta final 2010) en los que la potencia instalada ha sido prácticamente constante (incremento solo de 3.4 GW hasta 3.8 GW), no ha existido incidencia reseñable por extensión de los efectos de una falta al descolgarse las plantas fotovoltaicas.
El comportamiento ante huecos se ha querido asimilar a la tecnología de las instalaciones eólicas, cuando el único parecido, es que la energía primaria (viento frente a radiación) no es gestionable. Esto es (para las instalaciones existentes):
- La potencia unitaria de las turbinas superan, -en su mayor parte- los 500 kW, frente a los inversores fotovoltaicos, donde el 95% no supera hoy los 100 kW
- Las plantas eólicas se conectan -en general- a la red de transporte, con potencias conjuntas de entrega superiores a los 50 MW, en el caso fotovoltaico se da sólo en algún caso muy concreto.
- Las instalaciones fotovoltaicas están conexionadas, en general, a la red de distribución y de una forma atomizada y dispersa a lo largo y ancho del territorio.
- En la eólica se gestiona energía cinética, con frecuencia de rotor dos ordenes por debajo del de la red, en el caso fotovoltaico la frecuencia de trabajo de los inversores es de dos órdenes por encima (estamos hablando de casi 4 órdenes de magnitud en frecuencia de transformación de la energía primaria)
- Han desaparecido los problemas del 2004 al no soportar huecos los grandes parques eólicos instalados en extremos de una red casi radial, pues hoy la red de transporte está perfectamente mallada.
Hasta la fecha, las Distribuidoras aplican la normativa existente, que exige (en sentido amplio) que los generadores en BT (REBT-ITC-40) se desconecten en cuanto la tensión se reduzca por debajo del 85% de la nominal.
- Las Distribuidoras, que son las interlocutores técnicas habituales del Sistema Eléctrico con el productor fotovoltaico, parece que no han interiorizado el cambio que el RD implica para las plantas grandes (y pequeñas agrupadas)
- En redes radiales las Distribuidoras, por la propia seguridad de su personal y sus equipos, temen el incremento de posibilidades de “funcionamiento en isla”.
- Queda sin resolver el control de la obligación de implementación, a todo un paquete de plantas en explotación, al entrar una nueva en la agrupación que rebose el límite inferior de los 2 MW.
El procedimiento de verificación del PO12.3 de la eólica era inaplicable, por lo que 24 expertos del Sector consensuaron una adaptación al mismo.
D. Eduardo de Lorenzo (catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y responsable del Grupo de Sistemas Fotovoltaicos del Instituto de Energía Solar), suscribe un artículo denominado “El fotovoltaico y la calidad del servicio eléctrico: el asunto de las fluctuaciones de potencia” publicado en la edición nº 161 de marzo-abril 2011 de la prestigiosa revista “Era Solar”, en la que textualmente se expone:
- “De hecho, fluctuaciones de la potencia fotovoltaica -siempre en el total de la red peninsular y en menos de 10 minutos- superiores al 10% de la potencia nominal son fran-camente improbables; de donde es fácil concluir que el asunto reviste escasa gravedad, y que un escenario que contemple la posibilidad de perturbar la frecuencia exige que el total de la potencia fotovoltaica instalada actualmente se multiplique por un factor de 10, lo que no parece que vaya a ocurrir de hoy para mañana”.
- En definitiva, este autor concluye que por esos motivos (capacidad de respuesta o no ante huecos de tensión) es improbable que ocurra nada con las instalaciones ya existentes y que no es necesario que se modifiquen, - Continuando con la exposición y visto de otra forma, “el sistema eléctrico peninsular tiene una sensibilidad en la frecuencia de 1Hz por cada 10% de potencia de generación que se desconecta. Y sólo se consideran problemáticas variaciones de más de 1 Hz de la frecuencia del sistema”. Por lo tanto, en las horas en que produce la fotovoltaica, con demandas del orden de los 40 GW, deberían desconectarse en el mismo milisegundo la totalidad de las instalaciones existentes (3.8 GW) para que el efecto en la frecuencia fuera significativo. Y esto es físicamente imposible que pase originado por un hueco de tensión, ya que los huecos se atenúan a medida que se propagan por las redes eléctricas. Con la dispersión geográfica de la fotovoltaica, es imposible que todas las instalaciones actuales “vieran” el hueco de tensión para desconectarse.
Por último y como un argumento más, ya la propia Comisión Nacional de la Energía, cuando informó el borrador de Real Decreto 1578/2010 (CNE 83.10 de 14 de septiembre de 2010), previó esta dificultad en el apartado 6.1.3 y lo plasmó con el siguiente texto: “Ya que se prevé su modificación para adaptarlo a esa tecnología, la CNE considera que no se debe obligar a las instalaciones fotovoltaicas (ni nuevas ni existentes) a cumplir el PO 12.3 de la eólica, por la inversiones que se precisan”.
Como resumen, cabe reseñar que no hay razón, de orden técnico, que requiera la adaptación frente a huecos de tensión, de las plantas fotovoltaicas construidas hasta la fecha.
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