Se instalará una nueva fábrica de paneles fotovoltaicos en la ciudad de Paraná, Argentina.

La iniciativa de la fábrica parte de un proyecto para fomentar las energías renovables. Sergio Urribarri es el actual gobernador de la provincia de Entre Ríos y declaró recientemente a los medios de comunicación, encontrarse muy satisfecho con el proyecto, ya que el desarrollo de las energías renovables contribuyen a generar nuevas oportunidades económicas y puestos de trabajo y sobre todo reducir el gasto de la importación de energía y el consumo de combustibles fósiles.
Esta primera semana de junio, Urribarri ha recibido a los empresarios que van a poner en marcha el proyecto para que le pusieran al tanto de las últimas novedades.

La planta estará ubicada en el predio de una distribuidora de gas natural, la cual está comenzando a desarrollar nueva tecnología para posicionarse en el cambio a un nuevo modelo energético. Después de realizar un amplio estudio, se encargó a Italia la mayor parte del equipamiento que llegará por mar desde Génova, en un breve plazo. Además también llegarán paneles ya fabricados para emplazar inmediatamente una unidad de producción fotovoltaica y realizar una prueba piloto. El acuerdo para esta prueba de generación de energía solar se estableció con la firma las Camelias, una granja avícola.

En la fábrica se ha previsto que trabajen unas 25 o 30 personas aproximadamente. Al principio se establecerá un turno de ocho horas, de captación de personal y aprendizaje, y según se vaya ganando en experiencia y vaya aumentando la demanda la fábrica podrá organizarse en dos turnos de ocho horas, o incluso llegar a los tres turnos. Los empresarios han calculado que se podrá producir 12 megavatios por turno.
El mercado de esta fábrica será básicamente argentino, aunque puede exportar a otros lugares de Latinoamérica, ya que está creciendo mucho la demanda de energía renovable en la región y se están posicionando países vecinos en la instalación de proyectos fotovoltaicos, a los que esperan puedan dar cobertura, como Chile, Perú, Ecuador o Brasil.

Actualmente, aunque México también está fabricando paneles solares, suelen llegar importados de Europa y Japón, por lo que tener las fábricas más cerca reduce los costes de las instalaciones y se da un valor a la industria latinoamericana, que es otro de los objetivos de este proyecto.
Los precursores del proyecto creen que las energías alternativas abren grandes oportunidades de negocio con un crecimiento importante, en Argentina y en el mundo.