El Banco Interamericano de Desarrollo brindará un apoyo de 25 millones de dólares al Gobierno de Haití, para llevar a cabo reformas energéticas en el país.
Haití, por su ubicación geográfica, es un territorio con bastantes riesgos asociados a fenómenos causantes de desastres naturales como huracanes y tormentas. El país aún está recuperándose económicamente del paso de Huracanes como Jeanne en 2004 o Sandy en el 2012. Otro factor importante en este territorio agrava las consecuencias de los desastres naturales, la pérdida de la cubierta forestal. La deforestación en Haití es uno de los problemas ambientales más graves del país y origina la pérdida de suelo e incrementa los efectos de las inundaciones y riadas.
La madera es una de las principales fuentes de energía en Haití, representando casi un el 70 % del consumo energético. La demanda energética se sigue incrementando, ya que tan solo un 10 % de la población accede a la electricidad en la isla. La dependencia energética de un combustible como la madera, con todos los problemas ambientales que conlleva, incluida la deforestación que provoca una alta pérdida de tierras fértiles, han hecho plantearse al Gobierno la introducción de energías alternativas, para asegurar un futuro más sostenible para el país. Las energías renovables están introduciéndose en el país gracias al apoyo de diversas organizaciones y múltiples proyectos. La energía limpia frenará el problema de la dependencia energética de la leña y la pérdida de bosque.
El Banco Interamericano de desarrollo (BID) y el Fondo para el Medio Ambiente financiaron con al menos 1,5 millones de dólares la instalación de postes de luz alimentados por energía solar en las calles de Puerto príncipe, contribuyendo además a la seguridad en la ciudad. El Banco Interamericano de Desarrollo también ha destinado fondos para ayudar al Gobierno de Haití en los proyectos de electrificación rural que se han iniciado con fuentes de energía renovable, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y combatiendo la pobreza.
La nueva intervención del BID en Haití es una donación de 25 millones de dólares basada en políticas para apoyar la transformación institucional y la modernización del sector energético de Haití. Los recursos incluyen 22 millones de la Facilidad No Reembolsable del BID y 3 millones del Fondo de Reconstrucción de Haití.
Las medidas ayudarán a fortalecer la capacidad institucional y la organización del sector de la energía, promover una mejor gestión y eficacia operativa de la empresa estatal Électricité d'Haïti, y abordar problemas como el robo de la electricidad y el fraude.
En coordinación con otros donantes, el BID está ayudando a Haití en sus esfuerzos por ampliar el acceso a servicios de electricidad confiable y asequible y ha financiado proyectos piloto para aprovechar los recursos renovables como la energía solar.
La vicepresidenta ha adelantado que la penetración renovable en el mix eléctrico «se va a acercar al 56%» en este 2024.
Se articulará mediante subastas en las que podrán participar la generación, el almacenamiento y la demanda, tanto con instalaciones existentes como con nuevos proyectos de inversión.