La desalinización del agua requiere grandes cantidades de energía para el proceso, por ello los expertos apuestan por la utilización de energía renovable en estos sistemas para hacerlos más sostenibles y autónomos.
El agua dulce es un bien escaso en muchas regiones, por lo que se está incrementando el estudio de sistemas desalinizadores a nivel mundial, sobre todo en áreas desérticas de África, América del Sur u Oriente Medio.
Existen diversas técnicas para la desalinización del agua, tales como métodos de vaporización del agua y posterior condensación o métodos como el de la ósmosis inversa (por medio de filtros que no dejan pasar las moléculas grandes de las sales). La utilización de la energía empleada, requiere que las plantas o sistemas se encuentren en lugares donde el abastecimiento de energía sea constante, pero muchas de estas regiones también tienen dificultades para acceder al suministro eléctrico.
Por ello los expertos están desarrollando diversos proyectos para obtener la energía necesaria para estos procesos, de generación con tecnologías renovables, donde la energía solar fotovoltaica está teniendo especial protagonismo. Los paneles solares producen la electricidad necesaria para llevar a cabo procesos desalinizadores como la ósmosis y además dota de independencia a estas plantas desalinizadoras. El recurso de agua dulce llega de esta manera a entornos aislados del suministro eléctrico, beneficiando, por ejemplo la producción agrícola.
En México, el Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales ITESO, investiga un sistema piloto de desalinización del agua mediante energía solar. En investigador Juan Hermosillo Villalobos que trabaja en el proyecto, afirma que intentarán avanzar en el desarrollo del proyecto con la Universidad de Sonora. El Sistema desalinizador de ITESO, busca minimizar el uso de combustibles fósiles en el proceso, utilizando el recurso solar, muy abundante en regiones con escasez hídrica y adaptar algunos procesos como por ejemplo la vaporización a las condiciones de radiación solar. También estas plantas quieren dar solución a pequeñas poblaciones, cercanas al mar pero que no cuentan con recursos suficientes para el transporte del agua potable desde otras zonas. El proyecto ha sido también apoyado por el Instituto de Energías Renovables de la UNAM.
En la costa chilena también se están desarrollando proyectos para la desalinización del agua empleando energía solar. Hace tiempo publicábamos una noticia en la que una nueva desalinizadora con energía renovable, había sido inaugurada en las Islas Damas, proyecto impulsado por el Centro de Aguas para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (CAZALAC), para satisfacer en parte la demanda turística.
La fundación Chile ha desarrollado proyectos de energía solar para mejorar la calidad de las aguas en las regiones de Valle de Lluta, en la Región de Arica y Parinacota, para su utilización industrial y en la producción de cultivos. En la actualidad, Fundación Chile se encuentra trabajando con Anglo American-Chile, en la investigación de nuevas técnicas de desalinización de aguas por medio de la energía solar. La investigación y la innovación con nuevos proyectos ha hecho posible que la energía solar fotovoltaica sea capaz de dar una solución real a las necesidades de estas poblaciones.
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