Antes de las sesiones ministeriales del G20 sobre medio ambiente, clima y energía que se celebran en Nápoles los días 22 y 23 de julio 2021, esta carta ha sido remitida a todos los Jefes de Estado del G20.
Reconocemos los esfuerzos de los países del G20 para abordar la emergencia climática y damos la bienvenida a la
mayor urgencia y compromiso para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, expresado en la Conferencia Internacional sobre el Clima de Venecia.
Pero nuestro mensaje como Coalición Global de Energía Eólica para la COP26 es claro:
Acción para abordar el clima.
El cambio se está retrasando y el tiempo se acaba. Incluso bajo las promesas Cero Emisiones Netas hechas recientemente por los miembros del G20, el mundo está girando hacia una vía de calentamiento global de 2,4 ° C en este siglo.
Las opciones llevadas a cabo en este año y en esta década suponen una misión crítica para preservar nuestro planeta y evitar la catástrofe climática.
Como grupo internacional que representa a la mayor parte de la población mundial y a más del 80% de emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía , el G20 tiene el poder y el deber público de fortalecer su voluntad política colectiva y tomar en serio la mitigación del cambio climático.
Para ello, en las recientes hojas de ruta de emisicones netas cero publicadas por el IEA e IRENA la energía eólica se convierte en la fuente principal de la generación de electricidad mundial para 2050 y, junto con la energía solar fotovoltaica, desempeña un papel central en la descarbonización del sistema energético.
Este cambio de paradigma se basa en el casi ilimitado recurso eólico, tanto en tierra como marino disponible en todas las regiones del mundo, su creciente positividad en la relación costo-competitividad y su rápida escalabilidad utilizando la tecnología existente.
En la próxima década, el despliegue eólico anual debe cuadriplicarse desde los 93GW instalados el año pasado.
Nuestra industria puede enfrentar este desafío en colaboración con los gobiernos y otras partes interesadas. En los últimos 20 años, la energía eólica ha demostrado su capacidad para aumentar la producción de manera exponencial, crear millones de puestos de trabajo cualificados y catalizar la renovación y la inversión en infraestructuras a gran escala.
Sin embargo, también señalamos en los términos más enérgicos que estas ambiciones son poco realistas. En las condiciones actuales de hacer "negocios como de costumbre", es inalcanzable sin una decisión urgente para el cambio de política en los países del G20.
Las previsiones de crecimiento actuales muestran que las instalaciones de energía eólica están muy por debajo del rápido crecimiento necesario.
Si este ritmo de crecimiento persiste, no alcanzaremos la capacidad eólica requerida para alcanzar la neutralidad del 43% en el carbono para el 2050, y estaremos efectivamente condenados al fracaso en nuestros objetivos climáticos colectivos.
El G20 tiene una tremenda capacidad para mitigar las emisiones con el recurso eólico. Hay 56.000 GW de potencial técnico eólico marino fijo y flotante en los países del G20 en la actualidad, la gran mayoría de los cuales permanece sin explotar.
Los estudios muestran que solo una fracción de los miembros del G20, incluidos Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Japón, Indonesia, México y Sudáfrica y EE.UU., albergan al menos 296.000 GW de potencial eólico terrestre.
Percatarse de este potencial de energía eólica y aumentar las energías renovables es fundamental para el éxito en la descarbonización de las economías globales. Pero muchas regiones tienen un rendimiento inferior de tal forma que, al final de 2020, se consideró que ningún país del G20 tenía objetivos de energía renovable compatibles con limitar el ascenso de la temperatura a 1,5° C.
La energía eólica debe convertirse en el motor de las economías del G20 en un mundo hacia la limitación en 1,5° C; incluso ya puede comenzar impulsando una recuperación ecológica de la pandemia COVID-19. Pero la industria enfrenta políticas críticas y cuellos de botella regulatorios (ver Anexo) que impiden el despliegue del proyecto y bloquean el flujo de unas inversiones muy necesarias.
Para resolver estos problemas, pedimos a los líderes mundiales y del G20 :
I. Aumentar la ambición por la energía eólica a nivel nacional a través de objetivos NDC actualizados y estrategias climáticas nacionales que reflejen objetivos de mayor capacidad para la energía eólica y renovables en general, así como prohibir nuevas construcciones / inversiones en carbón.
Estos objetivos deben reforzarse entre los Sectores nacionales intensivos en carbono a través de asociaciones público-privadas mejorando los incentivos para la energía renovable, así como los esquemas de divulgación corporativa y otros mecanismos.
ii. Implementar marcos normativos eficaces para la adquisición y prestación sobre energía renovable, incluidos esquemas razonables y simplificados de autorizaciones para reducir las tasas de amortización para proyectos eólicos; así como una generación prioritaria basada en las energías renovables y un desarrollo ambientalmente racional.
iii. Comprometerse con la construcción rápida de infraestructuras de energía limpia, incluidas las redes y su transmisión, a través de conocimientos especializados y un mayor diálogo entre los sistemas operadores, reguladores y empresas de servicios públicos para abordar la descongestión de los cuellos de botella del sistema, con la planificación necesaria para integrar energías renovables a gran escala.
iv. Acordar mecanismos de fijación de precios eficaces y creíbles del carbono, que reconozcan los costos de las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación, enviando señales de mercado a actores estatales más allá del sector energético.
v. Alinear los flujos financieros nacionales y regionales con los puntos de referencia para lograr cumplimiento neto en el camino de limitar el ascenso de temperatura a 1,5° C., orientando la financiación pública hacia la transición energética y la integración de la financiación climática entre los sistemas bancarios y financieros.
vi. Desarrollar políticas cohesionadas e inclusivas que dediquen recursos públicos al cambio hacia una economía neta de cero emisiones, incluidos los programas de reciclaje y transición laboral que puedan identificar oportunidades de empleo alternativas en energías limpias para los trabajadores en las industrias basadas en combustibles fósiles, a extinguir.
Las diversas respuestas a la pandemia de COVID-19, incluidas las medidas de estímulo financiero, con el buque insignia de paquetes como Fit for 55 en la UE, muestran que los gobiernos pueden actuar de manera decisiva para abordar amenazas a la sociedad y a las economías. Creemos que todos los desafíos anteriores podrían resolverse dentro del espacio temporal necesario.
Sin embargo, debemos actuar con rapidez y con la fuerza colectiva de gobiernos, inversores, industria y comunidades.
Nosotros, los representantes abajo firmantes de la industria eólica mundial, estamos listos para trabajar con los países del G20 y con partes más amplias de la COP y signatarios del Acuerdo de París, el Presidente Designado de la COP26, las principales instituciones internacionales de energía y los principales organismos multilaterales, así como con los bancos de desarrollo para establecer una ambición mejorada y soluciones concretas para acelerar el despligue energético de la energía eólica en esta década crucial.
Signatarios:
1. Tove Roskaft, director de operaciones, Aker Offshore Wind
2. Thomas Leurent, director ejecutivo de Akselos
3. Bernhard Zangerl, director ejecutivo, director ejecutivo de Bachmann Electronic GmbH
4. Matthias Taft, director ejecutivo de BayWa re AG
5. Ditlev Engel, director ejecutivo, Energy Systems, DNV
6. Miguel Stilwell d'Andrade, consejero delegado de EDP y EDPR
7. Joost Bergsma, director ejecutivo de Glennmont Partners de Nuveen
8. Mary Quaney, directora ejecutiva del grupo, Mainstream Renewable Power
9. Mads Nipper, director ejecutivo de Ørsted
10. Ivor Catto, director ejecutivo de RES
11. Anja-Isabel Dotzenrath, directora ejecutiva de RWE Renewables GmbH
12. Andreas Nauen, Consejero Delegado de Siemens Gamesa Renewable Energy
13. Alistair Phillips-Davies, director ejecutivo de SSE
14. Henrik Andersen, presidente del grupo y director ejecutivo de Vestas Wind Systems A / S
15. Sarath Ratanavadi, director ejecutivo de Gulf Energy Development, empresa pública Limitada
16. Aaron Smith, director comercial de Principle Power
17. Elbia Gannoum, directora ejecutiva de ABEEólica - Associação Brasileira de Energia Eólica
18. Leopoldo Alberto Rodríguez Olivé, Presidente, AMDEE - Asociación Mexicana de Energía Eólica
19. René Vaca Guzmán, Presidente, CEA - Cámara Eólica Argentina
20. Qin Haiyan, Secretario General, CWEA - Asociación China de Energía Eólica
21. Ben Backwell, director ejecutivo, Global Wind Energy Council
22. Dan McGrail, director ejecutivo de RenewableUK
23. Ntombifuthi Ntuli, director ejecutivo, SAWEA - South African Wind Energy Asociation
24. Germán Corredor Avella, Director General, SER Colombia
25. Giles Dickson, director ejecutivo de WindEurope
Con copia remitida a :
Presidente de la COP26
Secretario General de la ONU
Secretario Ejecutivo de la CMNUCC
CEO de SE4All
Director General de IRENA
Director Ejecutivo de la IEA
Los presidentes del Banco Asiático de Desarrollo, Banco Africano de Desarrollo, Banco de Inversión en Infraestructura, Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, Banco Europeo de Inversiones, Grupo del Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Islámico de Desarrollo. Todos los miembros del Consejo de Transición Energética COP26. Presidente Ejecutivo de WEF
Anexo
Las principales áreas que deben abordarse con urgencia para acelerar el despliegue de energías renovables incluyen:
Traducción realizada por Redacción de SueloSolar. Ver documento PDF original en inglés.
Contiene un resumen de las cifras de la potencia y generación eólica en España con lo más destacado de 2020. También incluye información sobre la I+D+i del sector eólico y la plataforma eólica tecnológica REOLTEC
La encomiable senda emprendida por el MITECO para la descarbonización mediante otro modelo basado en las energías renovables, debe transitarse atendiendo a la finalidad que la da origen: No perjudicar el medioambiente.
Se trabajará con un grupo de académicos (ecólogos, tecnólogos, expertos en economía y desarrollo energético, geógrafos…) para compatibilizar el despliegue renovable con la integración de las personas en el territorio, la biodiversidad y el paisaje.