La subvención europea, que desarrollará la ciudad en asociación con el centro tecnológico CIRCE, es la primera convocatoria para implantar proyectos piloto dentro de las 100 Ciudades Europeas candidatas a ser Climáticamente Neutras en 2030.
La Comisión Europea ha concedido al Ayuntamiento de Zaragoza una subvención de 150.000 euros para estudiar, desarrollar e impulsar, junto al centro tecnológico CIRCE como socio del proyecto y con la coordinación del Área de Urbanismo y Equipamientos, las comunidades energéticas en la ciudad aragonesa.
En concreto, esta línea de subvención se enmarcaba dentro de la primera convocatoria del paquete financiero gestionado por la plataforma NetZeroCities, que está dentro de la misión europea de las 100 ciudades climáticamente neutras para 2030, de la que Zaragoza forma parte como una de las seleccionadas.
La aportación económica servirá para la puesta en marcha de proyectos piloto que desarrollen, analicen y diseñen el impulso de la creación de comunidades energéticas en la ciudad de Zaragoza. En este caso, el proyecto se desarrolla con un socio, CIRCE, lo que genera un valor añadido a las entidades privadas dentro del ecosistema de las ciudades, uno de los ámbitos reforzados en de las materias que refuerzan los objetivos europeos.
El piloto se centra en el desarrollo de mecanismos de gobernanza e implementación óptima de Comunidades Energéticas Renovables. Para ello, el Ayuntamiento de Zaragoza y CIRCE llevarán a cabo una serie de actividades centradas en el análisis regulatorio en materia de autoconsumo colectivo y de modelos de gobernanza en torno a las comunidades energéticas, la caracterización los volúmenes de generación y demanda, el análisis de participación, así como del impacto en diferentes escenarios participativos. De estas actividades se obtendrá un plan de acción óptimo para los objetivos del consistorio.
Finalmente, durante el proyecto, se creará una guía de buenas prácticas donde las distintas ciudades compartirán entre ellas las lecciones aprendidas de cara a replicar los casos de éxito de cada piloto en el resto de las ciudades miembros del consorcio.
El proyecto tendrá una duración de dos años, teniendo el Ayuntamiento de Zaragoza un presupuesto de 150.000 euros para su ejecución, el cual incluye gastos de personal, viajes, realización de encuestas y preparación de workshops. "El aspecto más interesante de nuestra participación en este tipo de proyectos europeos es que, aunque somos una administración pública, conseguimos generar dinámicas con entidades privadas, una colaboración que, por un lado, posiciona la marca de Zaragoza y, por otra parte, genera conocimiento en las ciudades", explican desde la Dirección de Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza.
Para CIRCE, "es un orgullo colaborar con el Ayuntamiento de Zaragoza, tanto en nuestro rol de puente entre la administración y el tejido empresarial, como contribuyendo a posicionar la ciudad como pionera en proyectos urbanos de energía y sostenibilidad, con todos los co-beneficios que estos generarán en la ciudadanía", añade David Rodríguez, Director de Programas Públicos de la entidad.
La iniciativa, en la que Zaragoza participa como ciudad piloto, está destinada a dar respuesta a la convocatoria NZC Pilot Cities y es una candidatura conjunta de las 7 ciudades españolas seleccionadas dentro de la Mision: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Valladolid, Zaragoza y Vitoria-Gasteiz, la cual actúa como coordinadora.
El proyecto tiene como objetivo el estudio conjunto de las necesidades y barreras que existirían hoy en día en estas ciudades en materia de rehabilitación energética de edificios. Para ello, se van a desarrollar 7 pilotos independientes pero interrelacionados que servirán para validar las innovaciones abordadas en cada una de las ciudades. Estas innovaciones podrán ser tecnológicas, modelos de negocio, iniciativas políticas, innovaciones en la gobernanza y modelos de financiación, etc.
Como punto de encuentro se abre espacio divulgativo vivo para recopilar novedades, legislación, modelos de documentos, ayudas y herramientas útiles que impulsen el comunitarismo libre-energético.
La irrupción de eléctricas, caza-subvenciones y entidades públicas politizadas paralizan la expansión de un modelo de empoderamiento energético que se percibe subvertido.
Teníamos tejado, teníamos sol, necesitábamos reducir nuestras facturas energéticas... nada podía salir mal.
