Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, CCOO insta al Gobierno a aprovechar los importantes recursos económicos anunciados por la CE para facilitar la reactivación económica de nuestro país y reorientar actual modelo hacia uno más sostenible.
Estamos ante una oportunidad histórica: la transición ecológica tiene que ser ahora, o no será; y tiene que hacerse de manera dialogada a nivel político, social y laboral, porque necesitamos que el impulso para este cambio sea de todos.
La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha puesto de relieve nuestra vulnerabilidad ante las fuerzas de la naturaleza y dejado al descubierto crudamente las deficiencias de nuestro modelo económico y productivo. Las consecuencias de las políticas adoptadas tras la crisis financiera de 2008 se reflejan en el aumento de la desigualdad social, precariedad laboral, pobreza o en la insuficiencia de nuestro modelo sanitario y sociosanitario para dar una respuesta adecuada a las necesidades de los ciudadanos.
Europa se prepara para hacer frente a otra crisis económica y de empleo a través de un plan de recuperación económica, conocido como “Next Generation EU”, que fue presentado hace una semana por la presidenta de la Comisión Europea, Usula von der Leyen, que incluye un fondo de 750.000 millones de euros (de los que España podría percibir 140.000 millones). El cómo redistribuirlo es la cuestión prioritaria.
Para CCOO, los intereses sociales y medioambientales deben estar integrados en todas las políticas de reactivación, y así lo refleja el documento del Plan Integral de Recuperación, el cual sitúa al Pacto Verde Europeo como la estrategia de crecimiento que debe seguir Europa. Al respecto señala que el desarrollo debe ser sostenible: “...las inversiones públicas en la recuperación han de respetar el juramento ecológico de no causar daños”. También añade que las inversiones “deben guiarse por las prioridades establecidas en los planes nacionales integrados de energía y clima (PNIEC), los planes de transición justa,…”, y que el nuevo instrumento de Ayuda a la Solvencia debe dar prioridad a las inversiones ecológicas.
Estamos a la espera de que el Consejo y el Parlamento Europeo apruebe el Plan y España presente su versión del “Plan Marshall” a Europa. Este plan representa una oportunidad histórica. Por una parte, dando más importancia a las ciudadanas y ciudadanos mediante el refuerzo de unos servicios públicos diezmados por las medidas de austeridad implantadas tras la anterior crisis; por otra parte, debe representar una oportunidad para reorientar el actual modelo de desarrollo hacia uno más sostenible social, económica y medioambientalmente.
Probablemente la transición ecológica será ahora, o no será y en buena medida dependerá de que los paquetes de estímulo económico europeos, nacionales y autonómicos recojan entre sus objetivos y criterios de inversión que los proyectos financiados sean respetuosos con el medioambiente. No vale salir reactivando la economía a cualquier precio, como ya están intentando hacer algunas comunidades autónomas reduciendo los requisitos medioambientales para proyectos urbanísticos. Eso no vale, eso nos llevará otra vez a la casilla de salida.
Ahora es el momento de apostar por una planificación coordinada y consensuada a nivel político, social y laboral; por una estrategia para una transición ecológica orientada hacia las energías renovables, el autoconsumo, la economía circular, la movilidad sostenible, la bioeconomía…, fijando las bases de un desarrollo más diversificado y sostenible en línea con los objetivos de descarbonización comprometidos con los objetivos del Acuerdo de Paris, la Unión Europea y del Pacto Verde Europeo.
Una transición que debe ser justa con los sectores y territorios afectados por el cierre de la minería, centrales térmicas y nucleares, pero también diagnosticando y considerando medidas y políticas para otros sectores y territorios que próximamente se pueden ver afectados por esta transformación, como la automoción, el turismo, la industrias electrointensivas, la agricultura… A juicio de CCOO, estas situaciones no pueden ser abordadas de otra forma que no sea con el Diálogo Social y los principios de la Transición Justa.
El Gobierno debe decidir hacia qué políticas se van a orientar los importantes recursos económicos anunciados para facilitar la reactivación económica de nuestro país. Hoy, 5 de junio Día del Medio Ambiente desde CCOO queremos recordar que tiene la obligación de aprovechar esta oportunidad para sentar las bases para planificar el cambio hacia un modelo de desarrollo sostenible, y que también tienen la obligación de hacerlo de manera dialogada a todos los niveles, político, social y laboral, porque necesitamos que el impulso para este cambio sea de todos.
Recomienda aclarar si el nuevo sistema de retribución a las renovables propuesto, basado en un precio fijo por la energía generada, es compatible con el actual, basado en la potencia instalada.
El Ejecutivo ha analizado el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE), que contempla la descarbonización de la economía española para 2050 y da un impulso decidido a las energías renovables.
El Anteproyecto de Ley es un paso atrás en los objetivos incluidos en el PNIEC y enviados a la CE como posición de España. Se necesita mayor ambición de actuación en ciudades, electrificación de la demanda y objetivos para el autoconsumo.