El gasto de los hogares supone entre el 5 y el 45% de la factura eléctrica, dependiendo de factores geográficos y estacionales. Aprovechar los propios recursos de iluminación natural y racionalizar por tipo de habitación permitirá eliminar el gasto.
La principal fuente de ahorro siempre la ha constituido el Sol, que emite la luz más adecuada también para la especie humana, por cuanto nuestro sentido de la vista es fruto de una adaptación evolutiva contínua a lo largo de los tiempos.
Para planificar un entorno lumínico eficiente, habremos de considerar tanto las características meteorológicas de la ubicación, como la finalidad de los espacios a iluminar; con criterios económicos que tengan en cuenta también las implicaciones en la salud física y mental, tanto personales como de índole global para el entorno.
Características climáticas y meteorológicas:
El número de horas de luz medio en una zona geográfica y la ubicación concreta del espacio a iluminar nos permitirán identificar el potencial de autoabastecimiento por luz natural y determinar el complemento necesario por medios artificiales.
Mapa mundial de radiación solar anual promedio (kWh/m²)
Dentro del contexto geoclimático, y en cuanto a la ubicación concreta, cabe considerar la morfología de los hogares, construyéndose bien en edificaciones aisladas y unifamiliares, bien insertos en edificios plurifamiliares.
Respecto de esta distinción resulta constatable que el consumo medio en iluminación de las viviendas aisladas sea de la mitad que la de los pisos en que se fragmenta un edificio.
La circunstancia de ausencia de viviendas adyacentes explica el mayor aprovechamiento de luz solar, al permitir mayor exposición a los rayos y verse obstaculizados por las sombras de edificaciones colindantes.
Además, la plena disposición sobre la edificación facilita la inmediatez en la adopción de medidas que en el caso de suelos compartidos precisa de más lentos o imposibles consensos entre múltiples propietarios para decisiones sobre elementos comunes.
La importancia de la ubicación concreta resulta constatable por el valor del argumento "soleado " que incrementa la cotización de los inmuebles, especialmente en las edificaciones plurifamiliares, al ver reducida su necesidad de consumo no solo en iluminación, sino también en otros de alto coste económico por medios artificiales como el simple secado de la ropa.
Por otra parte, y descendiendo a nivel más micro, podemos encontrar grandes diferencias de requerimientos lumínicos en función del tipo de habitación del que se trate y cuya identificación podrá ayudarnos a la racionalización de la distribución habitacional y optimizar la dotación para sus distintas necesidades.
Los distintos espacios a iluminar en una vivienda:
En la construcción de un edificio con destino a residencia, su planificación ha de considerar las características habitacionales, distinguiendo la finalidad y uso de las diferentes áreas para aprovechar al máximo el potencial de iluminación natural.
Un ideal será contar con aberturas de luz exteriores -ventanas, claraboyas, tabiques translúcidos- en todas las habitaciones y zonas comunes, combinadas con adecuados cerramientos y aislamientos que permitan controlar todas las implicaciones de la luz solar.
Pasillos y distribuidores
Resulta recomendable la utilización de colores claros, tanto en la construcción como en la decoración, así como el empleo de tonos cálidos en iluminación para hacerlos más acogedores.
Como suelen requerir cortos intérvalos de estancia, resulta muy útil la instalación de células detectoras de presencia, que encienden y apagan las fuentes dependiendo de si hay alguien en esta estancia.
Es aconsejable en el caso de utilizar bombillas LED para foco (dicroicas), la instalación de bombillas de no más de 6W (500 lúmenes aproximadamente), o la misma potencia para bombillas LED de rosca E14 y E27.
Para crear iluminación decorativa (en pequeñas lámparas o apliques , por ejemplo), con bombillas LED de 3W (250 lúmenes) se obtendría una iluminación más que suficiente.
Cuartos de Aseo
Especialmente en este tipo de habitación, contar con ventanal resulta además recomendable desde un punto de vista higiénico por la acción bactericida del Sol; sin embargo los edificios de nueva construcción vienen imponiendo diseños de cuarto de baño sin ventanas y dotados de extractores eléctricos para ventilar, primando otras razones ajenas a la calidad de vida de las personas que las ocupan.
En cuanto a su dotación puede ser muy diversa, teniendo en cuenta los distintos usos de los que es susceptible el espacio. Para la iluminación general pueden ser suficientes 100 lux y para maquillarse o afeitarse 500 lux.
Tanto los tonos cálidos (nunca inferiores a 3500K) como fríos (en toda su gama) son aptos para su instalación y uso en cuartos de baño y aseos, bien sea con bombillas LED dicroicas (halógenos LED), bien con bombillas de rosca o focos empotrables LED.
Cocina
Tradicionalmente viene dotándose de fluorescentes, que con su luz fría y económica han acompañado la existencia de muchas mujeres dedicadas a la atención de la prole y abnegadas a evitar cualquier gasto.
Se considera el blanco como el tono de luz más adecuado, nunca inferior a 4000K, instalados en tiras o mediante focos LED.
Por ejemplo, para una cocina de unos 20 m², 2 focos LED de 15-20W satisfarían ampliamente su necesidad de iluminación. En una cocina estándar, donde los tradicionales fluorescentes se ubican en su centro, dos tubos instalados de 36W suponen 72Wh de consumo, a los que hay que agregar tanto el del cebador como el del balastro que precisan y que puede suponer el 20% adicional. Es decir 86W.
Para obtener su misma luminosidad elegiríamos un tubo LED de 15/20W, y tomando como su valor medio 17,5W, dos unidades supondrán un consumo de 35Wh. El ahorro obtenido sería de 51W en este caso y el consumo un 59% inferior.
Dormitorios:
Al objeto de servir a su objeto específico de servir para el descanso, resulta recomendable la utilización de tonos cálidos, nunca inferiores a 2700K, para generar un ambiente más acogedor.
Sin embargo en muchas ocasiones también compatibilizan su uso como cuartos de estudio, lectura o recreo, funcionalidades estas que precisan diferente intensidad lumínica.
Para ampliar esta funcionalidad puede ser buena idea la utilización de un Dimmer, regulador de energía que dispone de un circuito que varía la intensidad de la luz. Este dispositivo puede sustituir los tradicionales interruptores pulsadores y en su lugar, incorporan una ruedecita o un rail para desplazar el potenciómetro regulador.
Salón:
La multifuncionalidad intrínseca a este espacio requiere de la combinación de tres tipos de iluminación: general, ambiental y puntual.
En cuanto a la luz general, resulta conveniente ubicarla en la zona central, con lámpara o apliques orientables que generen varios puntos de luz.
La iluminación puntual se utiliza para destacar zonas y objetos, mientras que para la iluminación ambiental resulta adecuada la iluminación indirecta.
Medidas utilizadas
Iluminancia y uniformidad (K):
La iluminancia o nivel de iluminación es la cantidad de luz en lúmenes por el área de la superficie receptora de dicha luz: Lux=lm/m2
Para calcular los valores de iluminancia media en un plano , por ejemplo una mesa de trabajo, se medirá la iluminación en un número determinado de puntos distribuidos de forma simétrica sobre dicho plano para estimar la media aritmética.
El número de puntos cuya medida se ha de tomar en función del índice del local, una cifra representativa de su geometría:
K= L.A/h.(L+A), donde L (longitud del espacio a iluminar, A (Anchura del espacio a iluminar) y h (altura de la fuente de luz sobre el plano a iluminar).
Y el número mínimo de puntos será:
K<1 : 4 puntos
1<K<2 : 9
2<K<3 : 16 puntos
k>3 : 25 puntos
Luminancia (L):
Intensidad luminosa procedente de una superficie en una dirección dada/área aparente de dicha superficie.
Al iluminar una superficie, la luminancia depende del nivel de iluminación y de las características de reflexión de la misma superficie.
Color:
Cabe distinguir entre
-Apariencia de color de una fuente de luz o Temperatura de color K. Es la recibida al mirar la propia luz.
-Rendimiento en color de la fuente, es la capacidad de la luz para reproducir con fidelidad los colores de los objetos que ilumina.
Cuanto más baja es la temperatura de color, más cálida es la luz; y viceversa.
Temperatura de color < 3.300 K : Cálida
3.300 < temperatura < 5000 : Blanco neutro
> 5000 : Blanco frío.
Método detallado de fabricación para la obtención de hilo partiendo del vidrio.
En los últimos años el sector de la iluminación ha experimentado un gran avance gracias a la aparición de aplicaciones cada vez más eficientes y variopintas basadas en la tecnología LED.
En el flujo luminoso, la unidad de medida es el lumen (lm). En la iluminancia, su unidad de medida es el lux (lx) En la intensidad luminosa la unidad de medida es la candela (cd).