La nueva generación en el almacenamiento de energía será más económica, de muy reducido tamaño y con un 800% más de autonomía.
Los expertos que se han dado cita en el recién celebrado I Congreso Internacional sobre Baterías Metal-Aire (Mabic 15) han concluido que estos sistemas eficientes de almacenamiento de energía comenzarán a comercializarse a partir de 2020 y serán una alternativa más económica, más ligera y con mayor autonomía que las baterías actuales.
Celebrado en la sede coruñesa del Museo Nacional del Ciencia y Tecnología (Muncyt), contó con la participación de expertos nacionales e internacionales, el encuentro representa el germen de un proyecto "que busca tener continuidad y, en vistas de los buenos resultados de esta primera edición, la tendrá", según indicó con franca satisfacción el Sr. Joaquín Chacón, presidente de la Fundación de Apoyo al Muncyt (Famuncyt).
Existe una enorme y creciente expectación entorno del almacenamiento de energía, que se configura estratégica en el paradigma del nuevo modelo energético y donde la batería deviene piedra filosofal para el autoconsumo.
Aunque los incesantes avances en la tecnología de Li-On han permitido el despegue de productos como móviles y vehículos eléctricos, otras tecnologías como la de Metal-Aire esperan tomar el relevo y alcanzar nuevas fronteras.
La Batería de METAL-AIRE:
Una celda electroquímica de metal-aire es una célula electroquímica que utiliza un ánodo fabricado de metal puro y un cátodo externo de aire ambiente, por lo general con una solución acuosa de electrolito.
Dentro de la familia metal/aire, el par electroquímico de mayores posibilidades de éxito comercial en su aplicación a las diversas necesidades relacionadas con Smart Grids, es el basado en el Aluminio/aire.
El aluminio es accesible en el mercado, reciclable y, frente a otros sistemas de la misma familia, presenta una gran densidad energética (8 kWh por cada kg) y un voltaje por celda similar al conocido de baterías alcalinas, basadas en electrodos de Níquel.
En las baterías de Al-Aire la placa de aluminio constituye el ánodo y el aire realiza las funciones del cátodo. La ecuación química básica está formada por cuatro átomos de aluminio, tres moléculas de oxígeno y seis moléculas de agua, que se combinan para producir cuatro moléculas de óxido de aluminio hidratado más la energía.
Esta batería utiliza agua en su proceso y recicla el óxido de aluminio hidratado para crear un ánodo, mediante un ciclo de vida cerrado. Una batería convencional consta de un ánodo y un cátodo, donde el cátodo representa hasta 70% del peso de la batería. El cátodo se utiliza como contenedor de un reactivo, que supone hasta un 5% de su peso, que es necesario para la liberación de la energía en un ánodo de metal. Esto se traduce en que la mayor parte del peso de una batería convencional no se aprovecha de forma adecuada.
En la práctica ha sido probada en un vehículo que ha llegado a recorrer 1.600 kilómetros con una sola carga.
La utilización de baterías de alto rendimiento basadas en aluminio-aire se había limitado a aplicaciones militares, debido al problema que supone eliminar el óxido de aluminio y reemplazar las placas de ánodo de aluminio, por lo que su recarga revestía de complicación, inconveniente que hace varios años se encuentra superado con muy prometedoras perspectivas.
La compañía trabaja con Mitsubishi, BMW y otros socios para ofrecer en cinco años acumuladores de alta tensión que serán el doble de potentes que las actuales y útiles como unidad de almacenamiento de energía
Elibatt, la «superbatería» escalable de Litio, inicia el desarrollo de versión comercializable.
La controvertida y exitosa Compañía prevé la producción en los próximos 6 meses de un paquete de baterías de consumo específico para el hogar destinado a liberarlo de la factura eléctrica.
Es un hecho notorio que a las Grandes Eléctricas se les va a acabar en breve su gallina de los huevos de Oro. Se dedican a exprimir a los consumidores con las facturas de eléctricidad más elevadas de Europa. Las baterias acabaran con ese Oligopolio.