La energía solar fotovoltaica ha experimentado un gran crecimiento impulsada por la necesidad de asumir nuevos retos más sostenibles para la generación de energía a nivel mundial.
El crecimiento de la energía solar fotovoltaica experimentó un aumento exponencial en los últimos años. Existen tres factores determinantes de este crecimiento. Uno de ellos ha sido los mecanismos de fomento de algunos países, como España, que para cumplir sus compromisos con la mitigación del cambio climático y en pro de un cambio del modelo energético hacia una energía limpia, propiciaron el incremento de la capacidad de instalación de esta tecnología.
El encarecimiento de los combustibles fósiles, el progresivo agotamiento de estos, y la necesidad de frenar los efectos de los gases invernadero y las fuentes contaminantes a nivel mundial, ha impulsado la investigación en fuentes de energía alternativa. Como consecuencia y factor determinante en el aumento de la capacidad de energía solar fotovoltaica mundial ha sido un rápido avance de la curva de aprendizaje de la tecnología. La rápida reducción de los costes de los paneles solares y del resto de los componentes, se han reducido en un 80% en 5 años, ha posicionado esta fuente de energía como una nueva tecnología energética de referencia a nivel mundial.
Laboratorios de todo el mundo y centros de investigación, siguen avanzando hacia soluciones fotovoltaicas de mayor eficiencia, y con materiales menos costosos, desde el cristalino a paneles de capa delgada o pinturas que atrapen la luz solar y sean capaces de generar energía.
En el año 2011, las tres áreas de mayor interés en el mundo, según potencia acumulada, son Europa (Alemania y España llegaron a acumular el 52% del total mundial), Japón que acumulaba 3.622 MW en este año y Estados Unidos con aproximadamente 2.727 MW. En el año 2012, la energía solar fotovoltaica también fue la tecnología con mayor capacidad instalada en Europa.
Sin embargo el panorama de mercado para la energía solar ha cambiado en los últimos años. La capacidad instalada en Europa está frenando su crecimiento, sin embargo está aumentando a gran ritmo en los países con economías emergentes. En países como España, líder mundial en esta tecnología, el sector está totalmente paralizado, las sucesivas normas retroactivas han reducido ya su rentabilidad en más de un 30% e imposibilitado la liquidez de los proyectos, según UNEF (Unión Española Fotovoltaica). Aproximadamente el 50% de empresas del sector de energía solar fotovoltaica están internacionalizadas y la búsqueda de nichos de mercado se están concentrando en países como Chile, México, Brasil, Sudáfrica o norte de África.
Europa es importadora de energía, y el precio de la electricidad, que ya es caro, sigue al alza. Esto también está ocurriendo en España aunque se sitúa por debajo de la media europea según datos de Eurostat, en el precio final de la electricidad para el consumidor industrial. En el caso del consumidor residencial, España si se sitúa por encima de la media, pero sigue pagando menos que Italia y Alemania.
Los países emergentes están experimentando un rápido crecimiento de la industria, en el caso de Chile, se están dando problemas de suministro de energía, por ello se ha abierto la puerta a la inversión extranjera para incrementar los proyectos de energías renovables que den solución a estos problemas. El marco regulatorio de estos países también se está adaptando rápidamente a esta necesidad. En Chile se acaba de aprobar la Ley 20/25 de fomento de las energías renovables que prevé un crecimiento del hasta el 20% de la matriz en renovables para el año 2025. En México se está aprobando normativa que facilite el autoconsumo fotovoltaico en cubiertas y para colectivos, para atender la demanda energética de la creciente población y paliar los problemas de contaminación. Sudáfrica es uno de los países que más desarrollado tiene el marco regulatorio en materia de renovables. El país tiene pocas reservas propias y consume sobre todo carbón, el esfuerzo que se está haciendo para implantar energías renovables pasa también por la necesidad de buscar fuentes alternativas que no frenen el desarrollo económico y por aumentar la seguridad del suministro. El programa de renovables en Sudáfrica está abriendo el mercado a las empresas del sector, presentando 18.000 MW al 2030, para la inversión extranjera.
Los mercados asiáticos también están despuntando con fuerza en la instalación de potencia fotovoltaica. China tiene planes de instalar hasta 35.000 MW hasta el 2015 y países como la India también tiene metas ambiciosas, ya que aspira a instalar 20.000 MW hasta 2022 y ya tiene más de 1000 MW en desarrollo.
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El futuro de la industria fotovoltaica a escala mundial, tiene pilares sólidos y todos los estudios apuntan a que es un sector en alza y pleno desarrollo. Todo indica que la energía solar fotovoltaica se abre paso a través de las nuevas distribuciones geográficas y los proyectos de I+D+i, para aprovechar por ejemplo, el potencial energético de los desiertos, la investigación en tecnologías más eficientes y la carrera por la independencia de los combustibles fósiles contaminantes. Al mismo tiempo, la paridad de red se ha alcanzado ya en algunos países y está consiguiendo que la energía solar sea competitiva sin necesidad de subvenciones por parte de los gobiernos. El autoconsumo fotovoltaico, destaca como una de las mejores soluciones para asistir de energía a zonas remotas, la construcción de viviendas más sostenibles y lograr un importante ahorro para los consumidores.
El Ministerio reforzó la importancia de crear el Fondo BNDS de Minerales Críticos, que pretende recaudar hasta mil millones de reales para financiar la investigación y extracción de litio, cobalto, níquel y otros minerales estratégicos.
Dentro de los cambios realizados se hace referencia a la flexibilización de los criterios de habilitación técnica y financiera para el permiso de ocupación temporal y los que se deberán cumplir para la concesión marítima.
