Los API distribuyen placas solares para combatir el parón en la venta de casas.

Venta y asesoramiento en la instalación de placas solares para uso en comunidades de propietarios. Ese es el nuevo canal de negocio que están introduciendo con carácter creciente los agentes de propiedad inmobiliaria (Apis), los profesionales históricamente acreditados para intermediar en el mercado inmobiliario, con el fin de capear el temporal: la compraventa de casas cayó en la provincia un 50% en enero respecto al mismo mes del año anterior, porcentaje que se eleva al 60% en el caso de los pisos usados.

Es precisamente este mercado el que mantenía la base del negocio de los Api de la provincia (unos 300 titulados y colegiados, aunque muchos de ellos están jubilados y otros asociados en un mismo despacho profesional). Como quiera que las comisiones por intermediar en una compraventa han bajado de forma exponencial en los últimos meses, los agentes inmobiliarios han tenido que hacer uso de alternativas.

Una de ellas es la venta e instalación de huertos solares en los techos de las comunidades de propietarios como vía para aligerar la factura energética de los vecinos. También la instalación en chalés individuales y, por supuesto, en naves industriales.

La presidenta del Colegio de Apis de Alicante, Marifé Esteso, explica a este diario que «las ventas que recoge el INE de pisos nuevos no son tantas, porque se están escriturando ahora pisos vendidos con antelación el año anterior; además, la segunda mano sigue bajando y la perspectiva, la verdad, es que no es buena para nuestros despachos».

Varias son las alternativas que están adoptan los profesionales y que se han debatido recientemente en el congreso nacional de Apis. Dos de las bases del nuevo negocio giran entorno al fomento de la vivienda en alquiler y, como novedad en el sector, la distribución y asesoramiento sobre la energía fotovoltaica. «Cada vez más, las empresas fabricantes e instaladoras de huertos solares reclaman nuestros servicios y algunos compañeros ya están trabajando codo con codo con las empresas del sector», añade Esteso.

Regulación

El intercambio de sinergias empresariales tiene una doble explicación. Por un lado, la crisis económica y financiera, que ha parado en seco la compraventa de pisos nuevos y, sobre todo, usados. Esta situación agobia a los despachos de intermediación, muchos de los cuales han tenido que cerrar, como viene informando este diario desde hace más de un año, si bien las clausuras afectan más a otras figuras del sector, no a los agentes de la propiedad inmobiliaria colegiados.

El segundo factor de peso tiene que ver también con la crisis económica que sufren los fabricantes e instaladores de placas solares, en buena parte provocada por el decreto del Ministerio de Industria, del pasado mes de octubre, en virtud del cual se obliga a las empresas que quieran desarrollar proyectos de energía solar fotovoltaica a presentar licencia de obras, aval económico y autorización administrativa. Una vez presentada dicha documentación, el Ministerio informa si la empresa en cuestión entra o no en los cupos de concesión.

El principal escollo del sector, como lo define el presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de Energía (Avaesen), José Antonio Soler, es la indefinición que deja a las empresas fabricantes e instaladoras dicho decreto, ya que, a día de hoy, no se ha hecho público el listado de proyectos aceptados para el primer cupo y se prevé que no esté listo antes del mes de abril».

«La situación que vive el sector de la energía solar fotovoltaica es complicada y dramática, aunque la bajada global de los precios de los materiales ha permitido hasta ahora amortiguar la caída de rentabilidad de las instalaciones», explica Soler. Asegura que muchas empresas están inactivas desde el mes de octubre, fecha en la que entró en vigor el polémico decreto del Ministerio de Industria. La pérdida de empleo, por la vía del despido, es galopante en el sector.