Su objeto es rebajar los precios y reducir la volatilidad, a la vez que se avanza en el proceso de descarbonización, garantizando en todo momento la seguridad de suministro y repartiendo los costes de un modo más justo.
El Gobierno remitirá a la Comisión Europea su propuesta para la reforma del mercado eléctrico europeo, de modo que pueda tenerla en consideración antes de que formule la suya propia en el mes de marzo: "Tenemos la vocación de contribuir", ha afirmado Teresa Ribera.
Ribera ha considerado "imprescindible" actualizar la directiva de 1998 que regula el mercado interior de la electricidad y superar el modelo vigente, "que no está en condiciones de afrontar situaciones de estrés como las actuales ni probablemente sea idóneo para el futuro sistema energético".
La vicepresidenta ha reiterado que los objetivos del Gobierno, a nivel doméstico pero también europeo, son ofrecer seguridad energética a los consumidores y a precios razonables -"beneficiándose del menor coste de la energía del presente y del futuro que representan las renovables"-, dar estabilidad a los inversores y ser atractivos para las nuevas formas de energía y para la industria y los servicios asociados a esa transformación energética.
La propuesta del Ejecutivo se dirige a establecer un sistema asequible y flexible pero seguro. Para ello, plantea ofrecer contratos a plazo de energía, para que el sistema eléctrico pueda beneficiarse de la estabilidad en los precios y que eso redunde en precios medios más bajos en el corto plazo, y que se establezca un servicio de almacenamiento suficiente para aquellos momentos en los que las energías renovables no funcionen al 100%.
Ribera ha explicado que, puesto que la reforma que se está diseñando en Europa es estructural y requerirá un proceso largo, también se ha incluido la solicitud para que, entretanto, se permita prorrogar a España y Portugal la solución ibérica que ha permitido ahorrar hasta la fecha 4.500 millones de euros en la factura energética.
INFORME sobre la Propuesta de reforma del mercado mayorista de electricidad de la Unión Europea.
El Consejo de Ministros ha adoptado una propuesta para reformar el mercado eléctrico europeo, al objeto de rebajar los precios y reducir la volatilidad, a la vez que se avanza en el proceso de descarbonización, garantizando en todo momento la seguridad de suministro y repartiendo los costes de un modo más justo entre productores y consumidores. Esta propuesta se remitirá a la Comisión Europea para que sea analizada por las instituciones comunitarias dentro del proceso de transformación de los mercados energéticos desencadenado por la guerra en Ucrania.
Basada en el desarrollo de los mercados a plazo de energía y de servicios de capacidad y flexibilidad, adaptados a las necesidades de cada país o región, la propuesta permite solucionar los problemas del diseño actual: escaso peso de los mercados a plazo, precios elevados que no reflejan los bajos costes de las energías renovables, beneficios extraordinarios en las tecnologías no contestables y señales inadecuadas para orientar la inversión.
Fomento de los mercados y la contratación a plazo
Un mercado a plazo aportará una estabilidad que no ofrecen los actuales mercados de futuros, estableciendo, mediante subastas, contratos por diferencias con los generadores de renovables, que percibirán un precio fijo durante toda la vida útil de las instalaciones, de un modo similar al sistema aplicado en España. En consecuencia, la generación renovable reflejará los costes medios de las instalaciones, garantizando su rentabilidad y trasladando la rebaja a los consumidores.
Aquellas tecnologías no contestables, en las que apenas hay competencia, por escasez de recurso o falta de apoyo social y político, como hidroeléctricas y nucleares, el contrato por diferencias se materializará a un precio regulado. Con ello se podrían reducir los precios de los consumidores inmediatamente, a la vez que se ofrece seguridad, visibilidad y estabilidad de ingresos a los generadores, sin que obtengan beneficios extraordinarios.
Mercados de capacidad
Estos contratos por diferencias a largo plazo se complementan con el desarrollo de mercados de capacidad que retribuyan a las instalaciones de generación y de almacenamiento, o a la gestión de la demanda, por estar disponibles y garantizar el suministro. La normativa de la UE ya prevé estos mercados, pero sólo como instrumentos excepcionales, temporales y de último recurso, por lo que es necesario facilitar y agilizar su implementación.
España, en suma, propone mantener el mercado a corto plazo actual (diarios intradiarios y servicios de ajuste), que seguirá funcionando como hasta ahora, proporcionando señales eficientes de precios y de despacho. Sin embargo, los ingresos de los generadores se regirán por los contratos a largo plazo que reflejen el coste medio del suministro.
Para llevar a cabo la reforma es necesario modificar la normativa europea. En tanto se materializa, España y Portugal van a proponer la extensión del Mecanismo Ibérico para seguir protegiendo a los consumidores del ineficiente diseño actual.
Se aplicará durante 12 meses y protegerá a familias y empresas frente a la volatilidad de los precios del gas en los mercados internacionales. La subasta del mercado eléctrico del próximo martes, 14-junio, será la primera en celebrarse con el tope.
Considera que sigue siendo urgente eliminar el modelo marginalista para disponer de electricidad barata, pese al insuficiente tope del gas. Aboga por la eliminación de los beneficios caídos del cielo.
En este informe, smartEn y los expertos independientes de DNV han identificado y cuantificado los múltiples beneficios en la UE en 2030 de una activación total de la flexibilidad de los edificios, transporte e industria.