La vacuna contra la pandemia ya la teníamos. Funcionaba a la perfección. Pero nos hemos empeñado en destruirla.
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En circunstancias de restricciones a la circulación de personas y bienes impuestas para controlar la expansión de la epidemia, la fotovoltaica prové ante la carencia en abastecimiento de combustibles como medio de generación energética local.
Las organizaciones de la sociedad civil exigen políticas que lleven a cabo una reducción drástica de las emisiones netas de gases de efecto invernadero acompañadas de políticas sociales que prioricen a las personas y a los colectivos vulnerables
La reciente fuerte caída en los precios del petróleo también es una gran oportunidad para que los países bajen o eliminen los subsidios para el consumo de combustibles fósiles.