Los Ayuntamientos tienen por Ley total libertad para fijar bonificaciones siempre que se recojan en una Ordenanza fiscal que la regule. Lo sorprendente es que sus concejalías de medioambiente no lo hagan por su acostumbrado afán recaudatorio.
El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras es un tributo indirecto cuyo hecho imponible está constituido por la realización de cualquier construcción, instalación u obra para la que sea necesario contar con la pertinente licencia de obras. No obstante, quedan exentas las construcciones, instalaciones u obras de la que sea dueño el Estado, las Comunidades Autónomas o las Entidades locales, y todas aquellas que sean directamente destinadas a carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, obras hidráulicas, saneamiento de poblaciones y de sus aguas residuales
El Estado establece sólo el tipo de gravamen máximo, siendo el Ayuntamiento quién debe fijar su valor sin exceder nunca del 4%. Además, dado su carácter voluntario, hay Ayuntamientos, como se observa en la tabla siguiente, que no lo establecen.
Los Ayuntamientos podrán fijar bonificaciones siempre que se recojan en una Ordenanza fiscal que la regule. Entre estas bonificaciones de carácter potestativos se incluye una bonificación de hasta el 95% a favor de las construcciones, instalaciones u obras en las que se incorporen sistemas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía solar.
Reunión del Grupo de Trabajo (GT) del Comité de Monitoreo del Sector Eléctrico (CMSE) formado para buscar soluciones para mitigar los impactos provocados por los cortes en la generación de energía renovable, práctica conocida como curtailment.
Con el objetivo de potenciar el uso de energías renovables y fomentar la implementación de tecnología fotovoltaica en sectores residenciales de Iquique.