Un año récord para las energías renovables y el declive de los combustibles fósiles

En 2023, según Informe de EMBER, las energías renovables alcanzaron récord al generar el 30% de la electricidad mundial, impulsadas por el crecimiento de la solar y la eólica.

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El documento señala una nueva era de disminución de la generación de combustibles fósiles, con 2023 marcando un punto de inflexión crucial al alcanzar el pico de emisiones en el sector energético.

El informe analiza datos de electricidad de 215 países, incluyendo los más recientes de 2023 sobre 80 países que representan el 92% de la demanda eléctrica global. Además, se examinan 13 agrupaciones geográficas y económicas: África, Asia, la UE y el G7, profundizándose además en los seis países y regiones con mayores emisiones de CO2, que copan más del 72% de las emisiones del sector energético global. Toda la información está disponible gratuitamente para fomentar el análisis y acelerar la transición hacia la electricidad limpia.

Impulso de las energías renovables

El crecimiento de las energías renovables, liderado por la solar y la eólica, está impulsando una producción de electricidad cada vez más limpia. En 2023, la energía solar y eólica no solo frenaron el crecimiento de las emisiones, sino que comenzaron a reducir la generación de combustibles fósiles.

La capacidad de energía limpia aumentó significativamente en 2023, aunque la sequía redujo la generación hidroeléctrica a un mínimo de cinco años, lo que llevó a un aumento del uso del carbón. A pesar de esto, las previsiones para 2024 son optimistas, anticipando el inicio de una era de disminución de la generación de combustibles fósiles.

Crecimiento histórico de la energía solar

La energía solar encabezó la revolución energética, siendo la fuente de generación de electricidad de más rápido crecimiento por decimonoveno año consecutivo. En 2023, la energía solar superó al viento como la mayor fuente de nueva electricidad, añadiendo más del doble de nueva electricidad que el carbón. Este crecimiento récord a finales de 2023 anticipa un incremento aún mayor de la generación solar en 2024.

Impacto de la sequía en la energía hidroeléctrica

Las condiciones de sequía provocaron una caída récord en la generación hidroeléctrica, alcanzando un mínimo de cinco años. En condiciones normales, la capacidad de energía limpia añadida en 2023 habría permitido una reducción del 1.1% en la generación de combustibles fósiles. Sin embargo, la disminución de la energía hidroeléctrica fue compensada por un aumento en la generación de carbón, lo que resultó en un incremento del 1% en las emisiones del sector eléctrico global. El 95% de este aumento de carbón ocurrió en China, India, Vietnam y México, países severamente afectados por la sequía.

Crecimiento de la demanda eléctrica y perspectivas a futuro

La demanda global de electricidad alcanzó un récord en 2023, con un aumento de 627 TWh, equivalente a sumar toda la demanda de Canadá. Sin embargo, el crecimiento del 2.2% fue menor al promedio de años recientes debido a una disminución pronunciada en los países de la OCDE, especialmente en EE.UU. y la UE. En contraste, el rápido crecimiento de la demanda en China representó el crecimiento total global de la demanda en 2023. La expansión de tecnologías como vehículos eléctricos, bombas de calor, electrolizadores, aire acondicionado y centros de datos acelerará la demanda de electricidad, pero la demanda total de energía disminuirá debido a la eficiencia de la electrificación.

Declive a futuro de las emisiones

Se prevé que la generación de combustibles fósiles disminuya ligeramente en 2024, con una caída mayor en los años siguientes. Se espera que el crecimiento de la demanda en 2024 sea mayor que en 2023, pero el crecimiento de la generación limpia lo superará, llevando a una disminución del 2% en la generación de combustibles fósiles. La expansión de la generación limpia ha ayudado a reducir el crecimiento de los combustibles fósiles en casi dos tercios en la última década.

La próxima década verá una nueva fase en la transición energética. La disminución permanente del uso de combustibles fósiles en el sector eléctrico a nivel mundial es inevitable, lo que conducirá a una reducción de las emisiones del sector. Las adiciones de electricidad limpia, lideradas por la solar y la eólica, ya están superando el crecimiento de la demanda, asegurando reducciones moderadas en el uso de combustibles fósiles y, por ende, en las emisiones, a medida que la demanda aumenta para satisfacer las crecientes necesidades de electrificación y otras tecnologías emergentes.

El camino hacia la descarbonización

Para alcanzar los objetivos internacionales de cambio climático, es crucial descarbonizar el sector eléctrico para 2035 en los países de la OCDE y para 2045 en el resto del mundo. Este sector es el mayor emisor, produciendo más de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía. La electricidad limpia es clave para descarbonizar el transporte, la calefacción y gran parte de la industria, reemplazando la quema de combustibles fósiles en motores, calderas y otros usos. Una transición acelerada hacia una economía electrificada limpia, impulsada por el viento, la solar y otras formas de energía limpia, también desbloqueará beneficios en áreas como el crecimiento económico, empleo, calidad del aire y soberanía energética.

La rapidez de la disminución de las emisiones estará determinada por la velocidad de expansión de la energía limpia. Existe un consenso global sobre la magnitud de la ambición necesaria. En la conferencia COP28 sobre cambio climático de la ONU en diciembre, los líderes mundiales alcanzaron un acuerdo histórico para triplicar la capacidad global de energías renovables para 2030, lo que permitiría alcanzar un 60% de electricidad renovable y casi reducir a la mitad las emisiones del sector eléctrico, alineando al mundo con el objetivo climático de 1,5°C.

Países como China, Brasil y los Países Bajos demuestran que, a pesar de sus muy diferentes puntos de partida, la combinación de políticas ambiciosas, mecanismos de incentivos y soluciones de flexibilidad están impulsando rápidas transformaciones en sus sistemas eléctricos y preparando el camino para una economía limpia y electrificada.