Inicio : 05/06/2020 18:00 h. // Finaliza : 05/06/2020
Por Internet
Lucha porque se reconozcan por la Corte Penal Internacional, como crímenes contra la humanidad, los daños ambientales o contra una población provocados de forma sistemática , al mismo nivel que el genocidio o los crímenes de lesa humanidad.
La organización STOP ECOCIDIO trata de conseguir los cambios legales internacionales necesarios para que los políticos y directivos de las empresas que se aprovechan de comunidades o del capital natural común, se pensarán dos veces el posible perjuicio que puedan causar ante posibles acciones penales en su contra.
Descubre la enorme trascendencia de esta iniciativa y todo lo que puedes hacer para ayudar.
Tendremos tres invitados de lujo, la impulsora del movimiento en nuestro país, un conocido abogado experto en justicia universal e involucrado en la causa y una voz popular en el papel de la naturaleza.
Baltasar Garzón, abogado y ex-juez, ex asesor de la Corte Penal Internacional, preside la Fundación FIBGAR (organización pro Derechos Humanos y Jurisdicción Universal).
Joaquín Araujo, naturalista, escritor y realizador de documentales, hablará desde la perspectiva del planeta Tierra sobre el porqué es tan necesario conseguir la Ley del Ecocidio para proteger la vida del planeta.
Maite Mompó, directora de la campaña Stop Ecocidio y del movimiento de los Protectores de la Tierra en España, con una larga trayectoria en el activismo en derechos humanos y el medio ambiente.
Esta sesión está incluida en el festival “Despierta, el planeta te necesita” , eventos on-line gratuitos retransmitidos por los canales de La Casa Encendida. Inscríbete y recibirás los enlaces directos para ver los documentales y los debates.
Dedicamos el festival a que disfrutes descubriendo la importancia de conservar la biodiversidad y ayudes a protegerla y regenerarla.
Solo tienes que inscribirte en
despierta11.eventbrite.es
A pesar de su avanzado nivel de implantación, aún queda por superar obstáculos como los impactos en los territorios que provocan las grandes instalaciones y la injusticia que sufren aquellas familias pioneras catalanas y españolas.
Actualmente ninguna empresa desarrolladora está exenta de presentar problemas de rechazo social de un proyecto durante alguna etapa de su desarrollo.