Se aprueba la Reforma Energética en México sin concretar medidas para las energías renovables.

La reforma energética mexicana se centra en la privatización de los recursos de combustible fósil, dejando en un segundo plano la generación con energías renovables.

La Cámara de Diputados de México, aprobó el miércoles por la noche la reforma energética del estado, con 354 votos a favor y 134 en contra. La reforma energética mexicana no ha estado exenta de polémica por la privatización de la extracción de petróleo mexicano para desbloquear la producción. La nueva normativa mantendrá el petróleo en manos del estado pero permitirá la intervención de compañías energéticas privadas. Los opositores a la reforma acusan al gobierno a renunciar a la soberanía sobre el petróleo mexicano.

De una manera u otra, el debate en torno al Pemex, ha desplazado el interés por el futuro del desarrollo de las energías renovables en el país, que se ha quedado sin estrategias concretas para su desarrollo. En México uno de los problemas de la energía renovables es su difícil almacenamiento y situación geográfica, la reforma debería haber tratado en profundidad el tema de la interconexión eléctrica y capacidad del sistema para  transportar y distribuir la energía limpia desde los focos de generación. También habría que buscar impulso a estas energías mediante incentivos fiscales, por ejemplo a la importación de equipos de tecnología renovable o incentivos a la producción.



En este contexto parece que  la reforma energética mexicana, se ha seguido centrando en los combustibles fósiles y en el ámbito económico y recaudatorio dejando de lado el contenido ambiental y el cambio a un modelo energético más sostenible.

Sin embargo, el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, durante su presentación en el Congreso Mundial de Energía Solar, afirmó que no se iba a dejar de buscar el impulso de las energías limpias en el país y que Gobierno de la República trabajará en cinco medidas para impulsar la participación de las fuentes limpias de energía. Estas medidas son sobre todo:

1. Eliminar las barreras que actualmente impiden el crecimiento de la capacidad de energías renovables, a través del establecimiento de un operador imparcial del sistema eléctrico que determine los requerimientos de expansión de la red de transmisión, establezca reglas claras para la interconexión de todos los proyectos y tome en cuenta las necesidades de los usuarios.

2. Facilitar la comercialización de las energías renovables con la creación de un mercado regulado, donde los generadores tendrán acceso a más clientes que podrán comprar su producción al mejor precio.

3. Desarrollar mecanismos para promover la generación distribuida para dar prioridad a los generadores que se encuentren cerca de los puntos de mayor demanda, a fin de reducir las pérdidas y el congestionamiento de las redes.

4. Crear una demanda para las renovables con precios competitivos para los proyectos de generación con el fortalecimiento de las metas con energías limpias y el establecimiento de mecanismos que permitirán financiar nuevos planes al menor costo para el país.

5. Establecer un marco normativo para llevar a cabo consultas sociales, a fin de propiciar la participación inclusiva y activa de los actores interesados.

En México habrá que ver cómo se desarrollan estas medidas de impulso a las energías limpias, por el momento, los focos de atención en cuanto al sector energético mexicano se centran en el futuro del Pemex.