Aniversario de la debacle renovable.

Seguramente ningún integrante del sector renovable en general, y fotovoltaico, en particular, ha olvidado la fecha del 28 de enero de 2012, de la cual ha sido recientemente su aniversario. En esa fecha, el Gobierno  publicó el Real Decreto-Ley 1/2012 (comúnmente conocida como “la moratoria renovable”) por el que se procedía a la suspensión de los procedimientos de preasignación de retribución en las nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica en régimen especial, y aunque la norma no tenia carácter retroactivo, es decir, no afectaría a las instalaciones ya en marcha, a las primas ya autorizadas ni tampoco a las instalaciones ya inscritas en los registros de preasignación, ha supuesto, sin duda, la paralización del sector.

Pese a todos los frentes que tenía abiertos un Gobierno que acababa de tomar el poder, fue este sector por el que decidió empezar. Y pasado un año, se puede confirmar lo que ya se preveía desde un principio, las medidas que tomó el Gobierno han supuesto el desplome de un sector que hasta el momento había sido líder y ejemplo de grandes potencias.

Las causas por las que el Gobierno decidió realizar esta moratoria tras un año, siguen siendo cuestionadas, ya que siguen sin ser subsanadas, mientras que el sector renovable está agonizando esperando algún milagro que le permita retomar la buena posición que debería de tener a nivel mundial, ya que en el caso de España, no son las características geográficas o climáticas las que imposibilitan el desarrollo de las energías renovables, sino la posición del Gobierno, la inseguridad jurídica, el oligopolio…

Otros países ya han demostrado que los ingredientes del éxito para este tipo de energías son, principalmente: el apoyo de sus Gobierno y una seguridad jurídica. Pero España se niega a aceptarlo y a tomar las medidas realmente necesarias para ello.

A esto hay que añadirle, la lucha anterior y posterior que el sector de las energías renovables ha tenido con el Oligopolio. Este último ha tenido el respaldo del Gobierno desde hace años, ya que altos dirigentes del Gobierno han acabado como asesores o directivos en las empresas que lo constituyen.  Y aunque el sector renovable ha denunciado siempre las injusticias del Oligopolio, ha sido a través de un programa de televisión cuando  esto ha tenido más repercusión, y eso ha levantado ampollas en el sector eléctrico. ¿Qué nueva moratoria crearán ahora para seguir tapando todo aquello que no les conviene?
Ahora es Greenpeace, quien pide a las compañias que forman el Oligopolio Eléctrico un encuentro donde explicarles lo necesario de un cambio en el modelo energético del país, ya que es la única forma de impulsarlo y salir todos ganando. Son siete puntos fundamentales que las compañías eléctricas tendrían que comprender y hacer, como: 

• Abandonar de manera inmediata su campaña de ataque a las energías renovables;

• Dejar de presionar al Gobierno y de pretender que la política energética esté sometida a los intereses de la compañía;

• Apoyar una regulación del autoconsumo de energía limpia que facilite que todos los ciudadanos puedan ejercer en condiciones favorables su derecho a producir y consumir su propia energía;

• Reconocer que España debe ir hacia un sistema eléctrico 100% renovable;

• Adoptar un nuevo plan estratégico en el que la prioridad de sus inversiones estén alineadas con un modelo Energía 3.0 (basado en inteligencia, eficiencia y 100% renovable);

• Establecer un calendario de cierre de sus instalaciones de generación de energía sucia, comenzando por las de tecnología nuclear y térmica de carbón, y;

• Abandonar sus inversiones en energías sucias, dentro y fuera de España, y volver a invertir a gran escala en generación renovable.
   

De momento, habrá que esperar a ver lo que deciden estas empresas. En caso de ser negativa su respuesta, cada vez tendrán más difícil seguir tomando unilateralmente sus decisiones contra lo que actualmente es el 81% de la población española que desea un sistema eléctrico basado en energías renovables.