Las energías renovables en el mix energético demuestran que son una gran inversión para España y no un gasto.
En el mes de noviembre la generación procedente de fuentes de energía renovable ha representado el 41,9 % de la producción.
La demanda peninsular de energía eléctrica en el mes de noviembre, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, ha descendido un 0,9% con respecto al mismo mes del año anterior. La demanda bruta ha sido de 19.799 GWh, un 3,2% inferior a la de noviembre del 2013.
En estos once meses del año, corregidos los efectos del calendario y las temperaturas, el consumo no varía con respecto al mismo periodo del año pasado. La demanda eléctrica en este periodo ha sido de 222.008 GWh, un 1,1% menos que en el mismo periodo del 2013.
La producción de origen eólico del mes ha alcanzado los 4.755 GWh, un 20,8 % menos que en el mismo periodo del año pasado, y ha supuesto el 25,6 % de la producción total.
En el mes de noviembre la generación procedente de fuentes de energía renovable ha representado el 41,9 % de la producción.
El 61,9 % de la producción eléctrica de este mes procedió de tecnologías que no emiten CO2.
Los datos del balance energético español muestran la estructura de consumo de energía que se está produciendo en los últimos años, consecuencia de nula política energética de promoción del ahorro y la eficiencia energética y fomento del uso de las energías renovables.
España debería incrementar el aporte renovable. La desaceleración desde 2008 del ritmo de crecimiento de la demanda de energía, en línea con los desfavorables resultados económicos, está teniendo una incidencia directa en reducir falsamente el consumo de energías fosiles.
Con tasas de variación anuales negativas, el consumo de energía en 2014 ha retrocedido a niveles registrados en el año 2004. Este descenso de la demanda se concentra en las fuentes de energía fósil, petróleo y derivados; y gas natural principalmente, frente al escaso crecimiento del aporte de energía procedente de fuentes renovables.
La producción eléctrica con gas natural ha registrado una caída histórica desplazada por la generación eléctrica con carbón y las tecnologías renovables. El motivo, precios relativamente elevados del gas en Europa frente a precios bajos del carbón, cuya demanda se desploma en Estados Unidos consecuencia del mayor consumo de un gas de esquisto más barato. El efecto, un repunte en este ejercicio de las emisiones de CO2 por unidad de electricidad generada atenuado por el peso actual de la generación eléctrica renovable.
El consumo de energía primaria en la Unión Europea se redujo en 2013 un 4,7%, hasta situarse en 1.697,7 Mtep, de los que el 8,4% corresponde a España.
El grado de autoabastecimiento de la Unión Europea se reduce ligeramente respecto al valor de 2010 y se sitúa en el 48,4%.