Impulsemos un modelo de construcción sostenible.

Existen políticas europeas para el desarrollo de actuaciones ligadas a la construcción sostenible y la rehabilitación energética, que España debería seguir.

La construcción sostenible debe propiciar el carácter público y democrático de las ciudades en sus espacios construidos y en el espacio público, mejorando la ciudad existente, su accesibilidad y facilitando los procesos de integración, y evitando la deslocalización de la ciudadanía y la gentrificación de los núcleos urbanos consolidados.

Se debe, por tanto, de impulsar un modelo de construcción sostenible que conjugue los intereses comunes del uso eficiente de la energía, la necesaria protección ambiental, el desarrollo urbanístico equilibrado, la cohesión social, así como la participación de todas las partes involucradas: ciudadanía, empresas y entidades del sector energético, de la construcción, de las TIC y financiero.

Estos planteamientos se alinean con la senda estratégica marcada por la Comisión Europea, que concibe la sostenibilidad en la construcción como un proceso dinámico para el desarrollo de nuevas soluciones, involucrando a las entidades inversoras, la industria de la construcción, las personas profesionales, las entidades proveedoras de la industria y otras partes interesadas en la consecución de un desarrollo sostenible, teniendo en consideración el medio ambiente, la energía, las cuestiones socio-económicas y culturales.

Dentro de la construcción sostenible, la rehabilitación sostenible debe asumir un papel predominante, dados sus efectos beneficiosos sobre la creación de empleo de calidad (tres veces más que la obra nueva), sobre el medio ambiente, sobre el uso racional del suelo y sobre la habitabilidad de los edificios existentes, revitalizando el espacio público, mejorando las ciudades existentes y reforzando, en definitiva, la cohesión social, sin incrementar los costes energéticos y mejorando la eficiencia energética. La participación del sector de la construcción en el ámbito de la rehabilitación en España sólo alcanza el 28% del total del sector, datos que contrastan con el 41% en Europa y el 56% en Alemania.

Las 50 provincias españolas deben abanderar una clara oportunidad de especialización en el marco de las políticas europeas y para el desarrollo de actuaciones ligadas a la construcción sostenible y la rehabilitación energética. Oportunidad y actuaciones que permitirán reducir el consumo energético de los edificios, la incorporación de equipos e instalaciones de alta eficiencia energética, así como el desarrollo de herramientas asociadas a servicios innovadores en la implantación de estas mejoras.

Para ello, urge abrir el proceso de elaboración de un nuevo modelo productivo para el sector de la construcción y la rehabilitación, asociando a un mayor número de personas y organizaciones en su formulación y aplicación, lo que se traducirá en una mayor transparencia y en una mayor responsabilidad de todas las personas participantes, profesionales, sociedad civil y empresas ligadas a la construcción, que deberán ser vectores fundamentales para el cambio de modelo.