La mejora de la iluminación y el ahorro de la energía.
La mejora de la iluminación es esencial para disminuir el consumo de energía en todos los ámbitos de actividad, desde los sectores económicos o los servicios públicos hasta los hogares.
La iluminación es una de las claves del desarrollo de los entornos urbanos y del uso de los edificios, de manera que su optimización influye de manera positiva en la competitividad de las empresas, en la calidad de los servicios públicos, así como en la calidad de vida de las personas.
Existe un gran potencial de ahorro, energético y económico, alcanzable mediante el empleo de equipos eficientes, unido al uso de sistemas de regulación y control adecuados a las necesidades de la ubicación a iluminar.
Para ello, deben tenerse en cuenta todas las fases del proyecto: diseño, selección de equipos, instalación o ejecución de las obras, mecanismos de gestión y control de la iluminación y, en su caso, operaciones de mantenimiento.
Resulta de vital importancia tratar aspectos específicos relacionados con la optimización de la iluminación (el sistema de iluminación óptimo de una instalación es aquel que garantice el nivel de iluminación adecuado, con una buena calidad de luz y con el mínimo coste posible), tales como la eficacia y la eficiencia en el uso de la luz, la selección óptima de las luminarias, y las soluciones de iluminación más adecuadas para cada uso, así como tecnologías para conseguir un mayor ahorro y eficiencia energética en iluminación.
Porque para una buena iluminación no solo es necesario definir qué lámpara utilizar sino también se debe seleccionar cual es la mejor luminaria para ese tipo de lámpara.