Entrevista a D. Luis Atienza Serna, Presidente de Red Eléctrica Española

A favor de la fotovoltaica: Red Eléctrica Española, se ha encontrado de repente con 3.300 megavatios de energía fotovoltaica que equivalen a tres centrales nucleares.

Dentro del sector energético es un secreto a voces que Luis Atienza Serna (Burgos, 1957) ha prestado -y presta- oído y consejo a los tres últimos ministros de Industria. Secretario de Energía con Juan Manuel Eguiagaray y ministro de Agricultura antes de la victoria popular de 1996, el presidente de Red Eléctrica desde 2005 es, en los temas económicos, el eslabón perdido en la cada vez mayor brecha generacional abierta entre la era felipista y la zapaterista. Ciclista en los ratos libres, Atienza habla con firmeza y entusiasmo sobre un sector en plena encrucijada, pero tiene extremo cuidado en no adentrarse en conflictos que «corresponde al Gobierno decidir». Eso sí, sobre los grandes debates, aunque sean polémicos, habla alto y claro. A gala lleva «haber vivido toda mi vida junto a una nuclear y no rechazar lo atómico de forma personal». Se refiere a la central de Garoña. Pese a quien pese.
No son raros los choques entre el operador y las eléctricas,...

P. ¿no debería mejorar la relación?
Creo que, en general, tenemos una buena relación. Es muy importante que exista una buena coordinación entre los agentes y desde luego lo intentamos. Sí es cierto que algunas empresas son más proclives a disfrazar los incidentes para protegerse y repartir responsabilidades, y que esto no debiera convertirse en cultura empresarial. Pero seguramente es humano y no quiero señalar a nadie.
P. El Gobierno quiere vender Aena, las loterías... ¿también Red Eléctrica?
R. El Estado tiene el 20% del capital y el Gobierno ha dispuesto para la venta un 10% pero no hay calendario estalecido.
P. ¿Qué necesita el sector?
R. Las decisiones en materia energética requieren de un largo plazo de maduración, ejecución y recuperación y deben ser objeto de consenso por todos los partidos con vocación de gobierno, lo que no sucede ahora.
P. Habla del Pacto de Estado de la Energía pero las posiciones de PP y PSOE están enconadas, ¿será factible?
R. Es posible y deseable. Debería alcanzarse un consenso lo más amplio posible, pero no debemos quedarnos sólo en los partidos con vocación de gobierno nacional, sino también en aquellos cuya vocación de gobierno es autonómico. Al menos debe alcanzarse un consenso político básico, porque los gobiernos de mañana tendrán que ejecutar decisiones energéticas de hoy, y tomar decisiones que ejecutarán sus sucesores.
P. La subida de la luz es punto de conflicto entre los partidos...
R. La luz se está quedando como el último reducto de un precio administrado. La subida de la electricidad genera un debate desproporcionado para lo que la factura supone en el presupuesto y los servicios que proporciona a las familias.
P. ¿Cómo ve el próximo IVA del 18% cuando la luz tiene un bono social subvencionado?
R. Yo diría que la luz no es un bien básico, sino esencial. Y pretender utilizar la tarifa como instrumento de política social es extraordinariamente difícil. Es muy complicado discriminar correctamente unos consumos de otros, y conocer al consumidor que está detrás de cada factura. Para la política social es mejor emplear las prestaciones sociales o la política fiscal.
P. Defiende alzas de tarifas...
R. Necesitamos que el precio de la luz envíe una señal de eficiencia para evitar el derroche. Cada individuo debe ajustar su consumo al presupuesto que se puede permitir para que no haya excesos que tengan que pagar los contribuyentes o las generaciones futuras.
P. España está inmersa en una carrera por cumplir los objetivos europeos de 2020, ¿tiene precio este camino?
R. Si un gobierno quiere ser muy ambicioso en renovables tiene que identificar hasta qué grado de penetración se puede asegurar el suministro. Para alcanzar los objetivos europeos, las renovables tendrán que aportar más del 40% de la producción eléctrica y ahora estamos en el 26%. Tenemos que dar este salto pero no puede hacerse a cualquier ritmo, hay que planificarlo. El crecimiento de las renovables no se puede desbocar, no sólo por un tema económico (dentro de 2 ó 3 años costarán la tercera parte que hoy), sino para no poner en riesgo el sistema por motivos técnicos. No debe haber un exceso de renovables.
P. ¿El Gobierno es consciente?
R. El Ejecutivo quiere ordenar y ajustar el ritmo de incorporación de las renovables y ha iniciado un proceso para conseguirlo. Nosotros, permanentemente, enviamos al Gobierno análisis sobre cuál debe ser el ritmo de generación renovable compatible con nuestros criterios de seguridad y estabilidad del sistema. Además, es necesario avanzar paralelos en otros elementos que salvaguarden el sistema.
P. ¿Por ejemplo?
R. Las líneas de transporte que tanto rechazan las autoridades locales y la población son necesarias para la integración de las energías renovables. No podemos tener más energías limpias si no somos capaces de desarrollar un mallado que permita transportar luz según condiciones climatológicas.
P. Las nuevas redes también tendrán coste económico...
R. Sí, pero no es significativo. Hablamos sólo del 4% de la factura total de la luz.
P. En términos de inversión, sí suena contundente...
Hace seis años invertíamos 200 millones al año, ahora invertimos más de 700 millones y a partir de 2010 serán más de 800 millones. Es lo que necesitamos.
¿Y no se puede mejorar la gestión de las renovables?
R. España está ya a la vanguardia aunque es cierto que, por ejemplo, nos hemos encontrado de repente con 3.300 megavatios de energía fotovoltaica que equivalen a tres nucleares y que ofrecen un nivel de información muy bajo al operador. Para mejorar la gestión necesitamos más información para anticiparnos y prepararnos a la variabilidad de esta producción. La fotovoltaica necesita ser tratada como una tecnología mayor y ya le hemos pedido al Gobierno que regule en este sentido.
P. ¿Para cuándo la mayor interconexión con Francia?
R. En 2014 tendremos una interconexión con Cataluña que nos permitirá doblar la capacidad actual. Será un hito, pero no debe ser la última si Europa quiere caminar hacia más renovables. Deberíamos, después, reforzar la conexión hacia el centro-este.
P. ¿Bruselas dará ayudas?
R. En el plan de relanzamiento europeo se concedieron 225 millones a esta interconexión condicionados a que se adjudique la obra en 2010. Trabajamos con ese objetivo.
P. Vuestro plan de inversiones lleva cierto retraso...
R. Hemos solicitado autorizacion para todas las inversiones previstas, pero los procesos se alargan extraordinariamente y de forma muy poco justificada. La gente rechaza la construcción de redes por el síndrome de «no en mi patio trasero». Entienden de forma genérica la necesidad de las líneas pero no su emplazamiento y hay que aceptar que forman parte del paisaje del siglo XXI.
P. Por este rechazo, ¿hay zonas con riesgos de suministro?
R. Hay puntos débiles extraordinarios en Gerona y todo el nordeste de Cataluña, dado que dependen de una sola línea que puede fallar por múltiples causas. El Levante también es una zona a destacar porque los riesgos de no poder servir luz con seguridad van a seguir aumentando. La demanda ha crecido de forma espectacular y los corredores potenciales están ocupados. Las líneas son las de hace 20 años y su capacidad se agota. También son puntos críticos Almería, Cantabria, Asturias, el País Vasco. Estamos trabajando para resolverlos.
P. ¿Se apunta al coche eléctrico?
R. Es un elemento de mucho interés. Si conseguimos un sistema de recarga que permita que una parte relevante de la demanda se produzca en las horas valle, facilitaremos la incorporación de las renovables y aprovecharemos mejor las centrales y las redes. Sin invertir más, podríamos abaratar los costes del sistema y elevar la eficiencia. Es una gran apuesta y una gran oportunidad. Va a ser apasionante.