El ex-ministro de Industria y Energía, Sr. Sebastián, reconoce sus errores con la fotovoltaica.

En el día de hoy varios diarios se han hecho eco del artículo publicado por el exministro Sebastián en los "Cuadernos de Energía" de Enerclub, donde reconoce los errores e implícitamente la culpa de los gobernantes, por no haber sabido atajar a tiempo el reclamo a la inversión en instalaciones de energía solar fotovoltaica.

Más que entonar un "mea culpa" ha sacado el ventilador a pasear y ha criticado a los Ayuntamientos y las CCAA de ser burocráticamente diligentes (vaya defecto) y a los representantes en la Cámara de su propio partido político de apoyar la implantación de las energías renovables no retirando las ayudas comprometidas (menudo pecado).

Es interesante como también comenta la equivocación del Gobierno de no haber limitado las horas de producción con derecho a primas en el RD 661/2007, firmado por nuestro monarca (el mismo que ahora intercede con los Emiratos Árabes para que retiren la demanda internacional) y por su antecesor en el cargo, el exministro Joan Clos, cuando él mismo posteriormente y siendo ministro, quiso enmendar esta reconocida equivocación con otro error, aplicando retroactivamente la limitación de horas mediante el RDL 14/2010, firmado en esta ocasión también por nuestro admirable monarca y el denostado presidente Zapatero.

También resulta curioso cómo todo un doctor en economía por dos universidades y profesor de fundamentos de análisis económicos, comenta que se debía de haber impedido la conversión de los proyectos de fotovoltaica en un producto financiero de alta rentabilidad real garantizada, cuando es habitual en todo el mundo que la inversión de proyectos a largo plazo, generalmente y por lógica económica, obtengan su rentabilidad mediante apalancamiento financiero, dado que los propios bancos, descartan en sus análisis de riesgos la aplicación de medidas retroactivas cuando los ingresos están asegurados vía BOE.

Tras todo este examen de conciencia y dado que ha tenido la clarividencia en su artículo de, por lo menos, no responsabilizar como culpables a los que en su día realizaron las inversiones en fotovoltaica -los realmente perjudicados por los errores reconocidos de los gobernantes-, siendo benevolente, solamente le pediría dos cosas:

1) Que se ponga a disposición de las partes demandantes y de sus abogados en todos los contenciosos presentados contra el Estado español, por los recortes retroactivos a las renovables y explique en los tribunales estos errores cometidos por el Gobierno, del cual él era parte responsable de las decisiones tomadas en el ámbito de energía.

2) Que por lo menos devuelva la inmerecida paga que como exministro ha estado recibiendo durante estos dos últimos años, tras dejar el cargo sin haber realizado de forma correcta su trabajo.

Si cualquier administrador de una empresa reconoce ante su junta de accionistas errores de gestión fácilmente cuantificables y similares a los declarados por el exministro Sebastián en la función de su cargo, posiblemente ahora mismo estaría en la cárcel y desposeído de todos sus bienes.