Tecnología solar fotovoltaica en poblaciones rurales de Argentina.

Las energías renovables y en particular las nuevas tecnologías como la energía solar fotovoltaica, hace progresar a los pueblos más desfavorecidos del país. El desarrollo llega con el sol.

En Argentina cada vez más poblaciones aisladas del ámbito rural, donde no llega el suministro de energía está optando por la energía solar fotovoltaica para su desarrollo. Estas poblaciones, con un amplio conocimiento de su territorio y una fuerte conciencia ecológica, son cada vez más conscientes de que tienen un recurso energético importante al alcance de la mano, con el que poder suministrar de energía a hogares, escuelas y servicios sanitarios.

Los habitantes del altiplano de Puna, un territorio desértico al noroeste de Argentina, utilizan la energía solar para la vida cotidiana. Las condiciones para aprovechar el recurso son ideales en el altiplano, a casi 4000 metros de altura, donde el impacto de la radiación puede producir hasta 2000 kilovatios/hora.

Uno de los recursos más utilizados en el altiplano para la calefacción o las cocinas es la leña, en su mayoría de un arbusto denominado “tola” que crece en el territorio. La tola se consume rápido y son necesarios muchos kilos para abastecer a estas poblaciones. La tola es el combustible principla parael uso de las coinas. La leña puede llegar a escasear en el altiplano, y estas poblaciones, sin recursos energéticos para cocinas o calefacciones tienen que abandonar sus hogares y emigrar.

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Con ayuda de organizaciones sin ánimo de lucro como Ecoandina, y financiación de programas de ayuda al desarrollo, la energía solar ha llegado a estas aldeas como la alternativa para el progreso y el desarrollo. Las cocinas solares son cada vez más utilizadas por los habitantes, que prescinden así del recurso de la leña. En el altiplano de Puma ya están funcionando aproximadamente unas 350 cocinas solares. La calefacción con sistemas de energía solar también están siendo muy eficaces. Estos sistemas se están instalando sobre todo en escuelas, para aumentar la confortabilidad de los más jóvenes y facilitar su educación, ya que los niños podían estar en las aulas a temperaturas de 0ºC en muchas épocas del año.

Los calentadores solares también se van poco a poco incrementando en la región. Tener agua caliente en alguna de estas aldeas era muy improbable para sus habitantes, pero la energía solar está haciendo posible estas comodidades y la población se muestra muy interesada en las nuevas instalaciones. La energía solar fotovoltaica ha supuesto una revolución en estas aldeas y un gran paso para mejorar las condiciones de vida en estos lugares.