La Termosolar empleó a 18.000 personas en 2012.
La cifra se ha visto reducida en un 40% en tan sólo un año por el efecto de la moratoria renovable. Los cambios regulatorios -con carácter retroactivo- amenazan el mantenimiento de los 20.000 empleos comprometidos por España con la UE en 2020.
Un proyecto termosolar genera entre el 50% y el 80% de las compras en el país donde se desarrolla.
El sector termosolar español empleó a un total de 17.816 personas en 2012, una cifra que se ha visto reducida en un 40% en tan sólo un año (frente a los 28.855 empleos a finales de 2011), como consecuencia de la moratoria renovable, que no ha permitido mantener el ritmo de construcción previsto en el Plan Nacional de Acción de Energías Renovables. Adicionalmente, los cambios regulatorios, con carácter retroactivo, han impactado de forma determinante en la rentabilidad y continuidad de la actividad protermosolar en España, amenazando el mantenimiento de los 20.000 empleos, que corresponderían a los compromisos de España con la Unión Europea en 2020.
Del total de empleos en 2012, 15.607 estuvieron asociados a las actividades de construcción de plantas termosolares. En la actualidad, se encuentra en proceso de construcción un total de cinco plantas en España: tres en Cáceres, una en Sevilla y otra en Alicante.
La progresiva entrada en operación de plantas permitió elevar un 53% la cifra de empleos destinada a la explotación de centrales en 2012, alcanzando 2.209 puestos de trabajo frente a los 1.175 en 2011, según el Informe del Impacto Macroeconómico del Sector de Energía Solar Termoeléctrica 2012.
Compras en la cadena de suministro del país
El componente local de los trabajos de construcción, instalación y explotación se ha intensificado progresivamente y, en la actualidad, un proyecto termosolar genera entre el 50% y el 80% de las compras a la cadena de suministro en el país donde se desarrolla.
La industria termosolar contribuye de manera significativa a la generación de empleo y el desarrollo socio-económico de muchas regiones. Se estima que cada planta de 50 MW en construcción en España emplea a 500 personas en el lugar de emplazamiento, durante sus dos años de instalación, y requiere de una plantilla media indefinida de 50 personas por planta.
La termosolar alcanzó los 1.953,9 MW de potencia instalada acumulada en 2012, distribuida principalmente en cinco comunidades autónomas: 950 MW en Andalucía, 600 MW en Extremadura, 350 MW en Castilla-La Mancha, 31,4 MW en Murcia y 22,5 MW en Cataluña. Sus efectos sobre la industria también son notables en otras comunidades como País Vasco y Madrid, aunque no dispongan de instalaciones termosolares.
Entre 2010 y 2012, la industria termosolar contribuyó con cerca de 6.000 millones de euros al PIB español, aliviando además las cifras del déficit público con contribuciones fiscales y subsidios de desempleo evitados. Este impacto ha sido especialmente significativo en las regiones del sur de España, que ven en los proyectos termosolares la locomotora del desarrollo industrial y una herramienta clave para la convergencia económica definitiva en un futuro.