Desde el punto de vista de la iluminación ¿Cómo conseguir que una vivienda sea eficiente energéticamente?
La eficiencia energética consiste en consumir menos energía manteniendo la misma calidad de vida y confort, consiguiendo un mayor ahorro.
Detallamos a continuación una serie de pautas, consejos, buenas prácticas y sistemas que permiten lograr en las viviendas una eficiencia energética necesaria en la sociedad actual.
El uso cotidiano de la iluminación, utilizada de forma innecesaria en algunos casos, hace que se convierta en una de las partidas más importantes dentro de la factura energética, llegando a representar un 17% del consumo de los hogares y, por tanto, con un gran potencial de ahorro.
a) Tipos de iluminación
Las lámparas que, de forma habitual, aparecen en una vivienda son:
- Lámparas incandescentes: se trata de las bombillas convencionales, que son las más baratas, las que menos duran y las que más gastan.
- Tubos fluorescentes convencionales: de forma circular o alargada, suelen instalarse en las estancias que tienen
una ocupación prolongada.
- Lámparas halógenas: suelen ir empotradas en el techo, duran más tiempo que las lámparas incandescentes y proporcionan una mayor calidad de iluminación, pero son más caras.
Este tipo de lámparas genera un alto consumo energético, lo que hace que no sean eficientes y eleven los costes en la factura eléctrica.
Las lámparas más recomendables para ahorrar y contribuir a la eficiencia energética son:
Lámparas de bajo consumo: lámparas fluorescentes compactas de menor consumo que las bombillas convencionales y que duran hasta 8 veces más.
- Tubos fluorescentes de alta eficien cia y bajo consumo.
- Leds: lámparas de muy bajo consumo y de gran duración.
b) Lámparas eficientes
El uso de lámparas eficientes, además de ayudar a reducir la factura de la luz, contribuyen al ahorro y a la eficiencia energética del país.
Aunque son más caras, debido a su bajo consumo y a su mayor duración, la inversión inicial se amortiza en muy poco tiempo.
En la siguiente tabla se muestra un ejemplo de mejora del alumbrado interior de una vivienda al sustituir las lámparas. Esto supone reducir el consumo sin reducir la cantidad de luz, aumentando, por lo tanto, la eficiencia energética.
c) Controlar la iluminación para ser eficientes
El control de la iluminación permite consumir sólo la luz que se necesita y reducir el consumo eléctrico. En la actualidad, existen diversos sistemas que permiten realizar un control sobre la iluminación de la vivienda.
Sistemas de control de la iluminación
Colocados en la instalación eléctrica, permiten adaptar el nivel de iluminación en función de las necesidades, ayudando a reducir el consumo y a con seguir un ambiente más agradable en el hogar.
Algunos ejemplos de estos sistemas son:
- Detectores de presencia: dispositivos que encienden o apagan las luces de una zona de la vivienda cuando
detecta presencia de personas.
- Pulsadores temporizados: mecanismos que, una vez pulsados, mantienen encendido el alumbrado durante el tiempo programado, evitando dejar luces encendidas por olvido en habitaciones con escasa ocupación.
- Reguladores de iluminación: mecanismos que permiten variar la intensidad de la luz de una lámpara, consiguiendo diferentes ambientes según nuestra conveniencia y necesidades, desde la penumbra hasta la claridad máxima. De este modo, se racionaliza el consumo y se ahorra energía.
Obviamente, el mayor ahorro energético en iluminación se obtiene apagando las luces que no se usen.