El despegue del primer avión solar español.
El primer avión solar español es de momento solo un prototipo el cual tiene previsto su primer vuelo en el próximo mes de septiembre.
El prototipo del avión solar se ha presentado en Tenerife durante la primera semana de junio. En el proyecto ha estado coordinado por el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables, dependiente del Cabildo de Tenerife, y ha tenido la colaboración de la Universidad Politécnica de Madrid a través de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos y la empresa Aernnova Engineering Solutions Ibérica. El Ministerio de Economía y competitividad financia este proyecto, cuyo presupuesto es de 1.423.121,62 euros.
El avión tendrá unos 16 metros de envergadura, contando con los 8,5 metros cuadrados de cada una de las alas, las cuales están diseñadas para que el 95 % de su superficie esté cubierto de paneles solares.
Esta aeronave es mucho más pequeña que el “Impulse”, el avión solar del proyecto suizo, que se encuentra en estos días sobrevolando Estados Unidos de manera tripulada, el cual tiene una envergadura de 61 metros de alas cubiertos por 12.000 paneles solares.
El avión Español denominado “Tenerife”, no es tripulado, pero va a poder cumplir varias funciones científicas. Se espera que el avión pueda volar de manera indefinida y afronte misiones para las que ahora se resuelven por medio de satélites, lo que es mucho más costoso. El avión podrá realizar acciones de seguimiento y observación ambiental, como para la protección de incendios, u otras funciones como el control del tráfico marítimo o ayuda auxiliar para trabajos de cartografía, aunque será mucho más funcional que un satélite, pues estos no sondean las zonas de la misma manera permanente. Así lo explicaba a los medios Miguel Ángel González, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid.
Su gran autonomía se debe en parte a que el avión podrá sobrevolar a una altitud de 8000 metros de altura. Esto hace posible que la aeronave se situé por encima de las nubes sobretodo de tipo medio y bajas (Estratos, Nimbostratos, estratocúmulos), por lo que la luz solar pueda cargar mejor las baterías del avión y pueda acumular energía suficiente para el vuelo nocturno. Con este sistema el aparato puede pasar días volando sin aterrizar, realizando trabajos científicos similares a los de un satélite, pero de observación detallada y permanente.
Además de las misiones de carácter científico, el avión también podrá realizar otras funciones de carácter comercial o tipo institucional. La gran ventaja es su precio, que resulta adquirible por parte de empresas y organismos, aproximadamente unos 150.000 euros, muy por debajo de lo que supone el coste de aeronaves tripuladas, además del ahorro en el combustible, ya que el avión “Tenerife” utiliza energía limpia y sin costes, como es la energía solar. Por lo tanto es posible que el avión solar no tripulado, sea en un futuro próximo, un producto a la venta en el mercado.
Este es un proyecto pionero el cual según el profesor Miguel Ángel González, ha tenido gran peso académico y de aprendizaje para muchos estudiantes. Una de las líneas que más favorecerá la rentabilidad y la eficiencia de estas aeronaves serán los avances en las cédulas solares y en las baterías de acumulación, ya que ahora estos proyectos limitan su autonomía a lo que existe en el mercado. Los precursores del proyecto esperan ver levantar el vuelo al avión, “Tenerifé”, antes de que acabe el año.